Sé feliz, no por ellos,
guamikenas que vienen al rescate.
Sé jovial por tus ojos y roba
de la belleza de lo externo
hasta que permanezca cada taína en tu pupila.
Desnúdalas y ámalas que son la alegría
de lo creado, las melodías pendulares
que tañen y danzan con címbalos de infinito.
Que nada las oscurezca hasta que sean tuyas
en tus noches, totalmente tuyas, en orgasmo.
Después que mueras, ayudarás
a liberarlas con libertad sideral;
serás ángel taquiónico si las llevas contigo
a danzar en negros agujeros.
Mira que has de bailar hasta el fin de tus días.
Ellas te enseñaron a bailar en tu deseo
antes de meterlas en tus ojos y en tu alma.
13-07-1986 / Lope: Indice
Guanina
Aún se les escucha en medio de ceibales.
Amanecen en amor, cinga que cinga.
En la noche no mueren, resucitan.
Se besan en cada pétalo de rosa.
Con los hibiscos retollan,
prendidos del ombligo todavía.
Se muerden en el musgo y emergen
como lirios encendidos.
Chupan con sus raíces hasta el alba,
se comen desde sus troncos,
húmedos de savias, sudan
esplendorosamente tibios, anhelantes,
y gotean su leche de hermosura.
Salpican cada hoja, cada flor,
tallo abajo, tallo arriba,
con fecundas semillas.
Enroscados en su danza como lagartijas,
les envidian hasta los gusanos.
Lope: Indice
Itiba Thuvava
Bones can represent the essence of things... Being stripped or cut to the bone may signify a sudden insight, but also sometimes a deep attack on human's personality... a threat to the foundations of life, and to personal power: David Fontana
Un día vendrán los huérfanos eternos
del Vacío, donde no hay Liani / Esposa
Madre / ni hermosa compañía.
Los intrusos ladrones siderales
como soles invasores
hallarán nuestras casas;
un día vendrán
y no sabemos cuándo...
Lloviznarán las pequeñas mariposas.
Harán mofas y piruetas, vuelos
sin zumbidos, vuelos sin alas.
En vano preguntaremos: ¿Cuándo?
¿Dónde, qué ofrendan, con qué burla
siniestra se acercan al bohío?
¡Vaya caramillo que armarán
en aras de información sensoria!
¿Nos enojaremos con criaturas como tales?
Tan pequeñas, helícidas, cañudas,
apenas con voz de remolino, apenas
poseedoras de tambores y maracas.
Un día vendrán, es cierto,
hijos sin nombre de Tánama.
Bacterias de mundos diminutos,
horrorosos, saprógenos, para los cuales
aún no existe en nuestro idioma su nombre.
Itiba Thuvava los esparció en la brisa
porque se fue a la muerte.
Ella no era tan fértil ni agraciada.
Urgió en su espíritu la visión
de una esmeralda y huesos nuevos,
huesos puros, diamantinos,
reedificadores.
06-02-1988 / Lope: Indice
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