Friday, December 19, 2008

La estética del areito / La estética de la necesidad / La belleza a la venta



El taíno vio las veloces lagartijas
(aquellas que antes fueron
gigantes alosaurios) y su dios
se hizo piedra debajo de las piedras
y lo adoraron artesanos de huesos
y predicadores de ciencia
y de cadáveres y fósiles;
pero el taíno dijo:
en el fondo de las fosas
dios sigue vivo y por el ombligo
canta y en el eco entre lomas
se escucha y pide areito.


Reconciliado con la muerte
y con sus ritos, el alma vuelve
y el indio sigue eterno
y sin llanto volvió a la faena,
cazador de peces
como antes de bisontes,
pizcador de ovas, algas,
careyes, burequenas,
conchas, aves, jigües
con presencia en los ríos
y reposó así, dios y el indio,
junto a las ondinas de Su Imagen
... porque somos del agua
y para el agua...
dijo.

Y se hizo así preguntante cimero
de su Ser; se bautizó
en lo secreto de su alma
por el porvenir que nunca se devela
por completo y es el misterio permanente
de sus días, su espejo humeante,
la Otredad que trasciende.

2.

Mientras tanto hizo adobes,
buscó el cobre y el oro
que el amo impuso
como encomienda ingrata;
se meció en hamacas de henequén
(quizás lloraba, o tenía la ira sensible
como el moriviví o la mimosa púdica).
E hizo literas para que sean otros
Juan Ponce, Ojeda, Cerón,
quienes duerman
como él, y no despierten,
ojalá nunca y no se enojen...
pues, con minga parada al despertar
ultrajan a las indias, desnudas
e inocentes doncellas de los campos.

A la sombra de las ceibas
y algarrobos, los vieron llegar
en bergantines y empezaron
a dudar y a sufrir
los hijos cobrizos de los dioses.

08-24-1988 / Estéticas mostrencas


La estética de la necesidad

Que la necesidad carece de ley,
pues me gustas por necesidad y por ella,
desde ella, contra tí y tus pareceres,
voy a zorrearte con colmillos
debajo de tu ombligo,
venceré la urdimbrada de tus noches.

Con hocico agudo lameré tus tetas.
Donde tengas un corral, destenderé
tu cama, rasgaré tus máscaras,
por olor puro de tu aliento,
por sudor sagrado
de tu sangre, vulpeja.

2.

Que la necesidad tiene cara de hereje.
Que huirás de mí, que no querrás aullido
entre los pobres, alarido en soledad
de madriguera, ¡pues, pobre de tí
y tu oropel y tus tesoros de recompensa
en numerata pecunia!
... vanas cosas son
si un salvaje te descubre,
que no sea yo,
que voy a preguntarte si me quieres,
que voy a subirme a tus muslos
y tus nalgas hasta que pierdas
el cobre y te delates
salvaje o malnacida
del estero
y el pantano.

13-04-1975 / Estéticas mostrencas


La belleza en venta

Por descubrimiento desfigurado,
a toda cosa se ha fijado un precio.
Las pérdidas se lloran con lágrimas
constantes y sonantes.

Las bellas zorras venden
el placer y todo encanto
con monedas que pagan
su estrellato. La verdad
comienza por serle arrebatada.

Lo expresado por Don Nadie
es oír decir lo dicho:
querer es ya ir pagando
a numerata pecunia la deuda,
la demanda,
el fundamento.

Por descubrimiento desfigurado,
somos cómplices
y los objetos saltan a la mano
y los útiles cohechos,
¡oh, del sensualismo vano!
tramitan la billetera soberana
y la usura crediticia.

Los cómplices, de la necesidad,
forjan virtud, compran a navajadas
y su corazón queda abierto
y vicioso por consumo.

Por ambición se desfigura todo descubrir
que requiera que escarbes con pezuñas
y tengas garras y un ¡no! del estero.
Basta el salario y que seas una pieza
del sistema, una tuerca,
un rasero,
un copartícipe
de lo aceptado y repetido.

21-02-1974 /
Estéticas mostrencas
_______

Estéticas (1) / Prefacio al Estéticas mostrencas y vitales / Carlos López Dzur y la Generación del Setenta / Una Antología / Indice / Cuentos / Indice / Tripod

No comments: