Tuesday, December 23, 2008
Los molinos de viento / A la Castilla de Oro / Apuñalada su garganta, 1541
El que no tenga la fe para vencer
a la edad antigua de ruido y sangre,
días y ollas de las vasijas huecas
por causa de secos corazones,
días sin nidaje, por cascarones
de residual podredumbre,
refúgiese en la Triste Figura como un hidalgo,
arcaico, pobre, delirante y no venga
con su impostura y credo, porque la Tierra
que muestra Colón, el pañolero,
es ruda. Aquí faltan los barberos
y el yelmo es verdadero.
Aquí no se leen libros de aventura
ni hay otro Santo Grial que servirse
a sí mismo, asesinando en la avanzada
cada indio, al paso de camino,
Aquí no hay cátaros puros en Cruzada
ni verdaderos Templarios, ni magos druídas,
ni Mesas Redondas, oyendo al buen Pastor
o al Rey Arturo, sino piratas sanguinarios
que se limpian el culo con la palabra viva
y los manuscritos, en la memoria
de morillos o rabinos bereberes.
Aquí los molinos de viento tienen
aspas de la crueldad antigua,
pero no son gigantes ni demonios.
Son la aventura diaria del quijote canallesco,
aupado en el realismo del privatis bonis.
04-12-1980 / Indice: Lope de Aguirre
A la Castilla del Oro
No se engañe usted pensando
que lo recluta un navío que va por especias
o perlas. O mercadería que sorprende por exótica.
La corona imperial católica-apostólica-romana
lo mandará a que mate, aunque le duela
el alma, por su temor a Dios, si es grande;
pero, el matar paga bien, después de todo.
El paraíso al que España lo envía
es la Castilla del Oro, capital
de un hemisferio donde no hay pobreza.
El oro fluye en los ríos y lo que falta
son manos que lo recojan; las perlas
son abundantes, pero temores
cantan en los arrecifes.
Aquí, en Trujillo, extremeño, vivió
Francisca, la madre de Pizarro.
Una criada humilde, tocha y miserable,
de este monasterio; murió de dicha
porque en sólo veinte años su hijo
hizo portentos en la Tierra Firme
a la que mando. Su fortuna fue increíble
en la Castilla del Oro, no especias,
o de granos exóticos.
Francisco fue un Conquistador.
Sí, él movió cielos y capturó mundos
y era un Pizarro González, el hijo putativo
de una criada mugrosa y majadera,
un malnacido, asociada a las familias
de roperos y labriegos pecheros de Trujillo,
pero, al final, usted y yo tendríamos
que llamarlo el Marqués, primer reverencial
Marqués de los Atabillos, gobernador,
Adelantado de la Nueva Castilla,
Alcalde, magistrado, un gran señor
con ganado, tierras, indios,
y la mano obediente de verdugo
en la Castilla del Oro.
05-02-1981 / Indice: Lope de Aguirre
Apuñalada su garganta, 1541
Fue en Lima, una tarde del 26 de junio.
La muerte lo velaba como se vela en las conspiraciones.
Llegó el grupo de almagristas con puñales
punzantes y obedientes y preguntaron por él
y Alcántara, su medio hermano, los buscaron
por las recámaras y los pasillos del Palacio
de Gobierno y eran unos veinte perros alevosos
y la saliva del rencor sería deber cumplido,
se escurría por paredes, descendía por escaleras
husmeando sus olores, con entrenado olfato.
Y, al fin, mataron a invitados que no huyeron;
Alcántara, en la puerta, agonizaba
y el aposento se abrió. Como siempre, peleaba
este chacal, Pizarro, el verdugo predilecto
de Pedrarias, Francisco, hijo de la criada
y bastardo de Gonzalo.
Bien dijo el aspirante Diego que él no sabe gobernar
en rigor; él funda pueblos y mata. Francisco
es creyente de Curacas y el asesino de ellos
(es que parece nacido para éso: para creer
y destruir al mismo tiempo). Para matar a quienes
le llaman, a él y sus marinos, Niños del Sol.
Al fin, lo vio un cuchillo de la muerte.
Una espada que alguna vez resplandeció en el Biru
como los ojos de él cuando trazó la línea
para trece afamados el destino, repartindose
el mundo americano... Fue en Isla del Gallo
donde nació esa braveza por Castilla,
allí donde olvidó sus miserias de extremeño;
desde entonces, supo lo que será:
fiel asesino, bravo castellano.
Mas quien a hierro mata, a hierro muere
y han venido a buscarlo, cuando ya está viejo,
casi 70 años y, siempre con el sable a la cintura,
e invocando a Cristo. Y la Sagrada Espada
falló en la escapatoria; no la pudo extraer
como quería, pese a que mató al menos dos
de aquellos invasores. Esta vez un cuchillo
se metió en su gaganta y, apena tuvo tiempo
de saber despedirse con el justo respiro
sobre el piso. Con su propia sangre
pintó su cruz de muerte.
22-02-1981 / Indice: Lope de Aguirre
Rezo de Torquemada, el Inquisidor
... el sistema inquisitorial mantuvo a España en cadenas por trescientos cincuenta años: Angel Alcalá
Yo, Tomás, creo en Dios,
mi Rey, y creo en el dios que hay en tí,
Fernando, y en la iglesia que te ama
porque del celo de Dios eres rey
y, por mi boca, amparas la gracia y la fe
en Castilla y Aragón.
Tú guardas al que cree en Dios y en tí,
pero entiende esta noche,
no todo el mundo ama con calidad
de gracia y fe, hurtan a Dios,
al Rey y a mí, celoso Inquisidor.
Yo, Tomás, te suplico que no vaciles.
Tus ovejas se fugan del redil
y con marranos comen de tu pastizal.
Entonces, deja que se vayan con su vanidad.
Aléjalos del puro sentimiento del Amor
que Dios, el Rey, dispensó en tí, mi rey,
y que, por boca de mi rezo,
yo guardo como al Fiel.
2.
Como del Monte Calpe fue echado
Táriq Ibn Ziyad, échalos. De las columnas hercúleas,
échalos. Como al árabe que humilla al visigodo,
échalos. Como a bizantinos en manos de los godos,
échalos. Como a almohades del Viejo sultán
e invasores taifas de Granada, échalos.
Como si de la Montaña llegara el paganismo,
échalos Como a invasores benimerines
y sucesivos granadinos del reino nazarí,
échalos. Manda la Mano de Dios
y al duque de Medina Sidonia,
y que los saque, los expulse
del pie de la Fe en Gibraltar.
3.
Echalos de aquí, junto al jefe del Erario,
Abravanel que, por algo Alfonso V
lo echó de Portugal, él es íncubo,
corazón veneciano, cuervo
para las noches venéreas, sin Dios.
Guarda en tu puño real a los viejocristianos,
aún no contaminados con la simiente
de rabinos inaceptos para el Fiel de Judá.
Líbranos de las aljamas judías de Castilla
y de protegidos del Duque de Cardona;
escóndenos la cara del regidor mendaz,
Pérez Coronel y que no se repitan
los crímenes del Obispo converso de Segovia,
Juan Arias Dávila, ni el asesinato del ángel
de La Guardia, en Toledo,
porque judíos y conversos
están en conspiración
e invocan fórmulas mágicas
para destruir la Cristiandad
y el rey que Dios guarda en tí.
4.
Yo te confieso y te fortalezco
cuando me das tus flaquezas
y te glorifico, Fernando, cuando
a Dios pido por tí, mi dulce amado rey.
Escucha:
Mándalos al Africa o a las Indias.
Una voz de ángel dijo:
«¡Que se vayan, que se vayan,
y que troquen aún sus ricas casas
por los asnos de sus partidas
y sus viñedos por una manta
o sandalias para sus caminos!»
¡Que se vayan y lo dejen todo,
porque 300,000 de ellos viajarán a pie,
así lo quiso Dios, y serán otros 333,000
los que abrazarán el bautismo con mentís,
o saldrán una vez que sus corazones
sean pesados en la balanza del Oficio Santo!
¡Tu Oficio, oh Fiel!
Abre tu puño, déjalos ir no por las monedas
de Abravanel, no por las ganancias del Erario
que compensará a tus nobles aliados.
Déjalos marchar, de un confín a otro confín...
¡por la fe y la obediencia de Dios
que es la que alimenta tu mandato!
Que yo, en nombre de Dios, te justificaré.
5.
Los cristianos acusan conjuntamente a los musulmanes y a los judíos de la conquista de España: Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Tel Aviv.
Fernando, el ángel dijo más...
porque ha de ser Tu Reino la envidia
de los mundos: «Expúlsalos, sin misericordia,
y que se vayan con las manos vacías»
(porque sólo el corazón debe quedar lleno
y Dios ser su abundancia y lealtad,
su signo servicio, tributo a tu trono).
Ha de ser Europa quien redima a Israel.
Como bereberes son las juderías,
la misma sangre de Tariq; como macabeos
en el Edom, nos impondrán su mensaje;
entonces, que se vayan, porque Tariq
y la reina son de la tribu de Nafusa,
judíos que se hacen musulmanes,
moros que se tornan judíos y abjuran
de tu reino, Magestad.
Pero la salvación viene de Tí, Fernando,
tú, lo puro de Europa, tú, el verdadero Gibraltar
y columna de Hércules en la Montaña del Mundo.
6.
Como fue tu mandato para la diócesis
de Teruel, Albarracín y Saragossa:
«¡Mátalos, quémalos, tortúralos,
júzgalos, házlos prisioneros!»
Bendita sea la Guerra de Granada
que los trata como a infieles.
En Málaga han sido infanticidas
de La Guardia y burlan al Cristo nazareo.
No tengas pena por los tornadizos,
en apariencia, conversos;
pero cuyo corazón sigue como hollín
del infierno; sufrirán como perros,
así Dios lo quiso, pero volverán de rodillas,
sumisos, blanqueados, aceptos de Dios, al fin...
05-03-1989 / Indice: Lope de Aguirre
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El mito del judío errante / In search of the soul of Spain / Memorias de la contracultura: Indice / El hombre extendido: Indice / Indice: Heideggerianas /
Por el amor del cemí / Oralidad de los dioses alegres / De la vida y la muerte
instruyes mi cuerpo, me desnudas
o me das el vestido; eres el primer maestro
a quien adeudo mis prendas y mi abrigo.
Tú ordenaste al Sol: Da a mis hijos
la sombra que proteje, su unción
bajo las alas del árbol, su presencia
en la espiga; cúbrelos con tu aliento;
inspírales la aguja y el telar, los utensilios.
Yo bendigo el suelo, la espesura
o la intemperie del monte
y el barro húmedo, y aún el frío
(hostil, en apariencia, del desierto y la estepa).
Bendigo a mis pies, la semilla, todas
las bijas, y al escorpión y la culebra,
anaconda o cascabel. Bendigo al huracán
y la lluvia. Y a la ventisca
y a ríos menguantes, a praderas estériles...
¡Yo sí, las bendigo! lo mismo
que a los pozos escondidos
y al dátil a paso de camino
... porque yo triunfaré con mi valor
y el fuego que se cosechará, tan fielmente,
con mis manos, y sé que el suelo,
arenisco o blando como arcilla,
consejeros son del trajín y la angustia,
voces profundas y hermanas de mi tiempo...
2.
Se ha dicho al Sol que bendecimos:
da a mis hijos de ojos oscuros,
que son mis llamas
en el fondo oblicuo del abismo,
cuevas de su esperanza; pón
en sus corazones, ambición y artilugio,
socorre su diseño, su inventiva
ante los cambios lentos de su medio.
Geografía es sólo la física paciencia de lo Eterno,
mirada azul de la alborada, pero ellos,
mis hijos breves y evolutivos, serán
en mi Eterna memoria, las fuerzas productivas,
la dialéctica de mis ángeles solares y sagrados,
mis tesoros lunares transformados,
el paso de lo cuantitativo a lo cualitativo.
06-03-1978 / Lope: Indice
Oralidad de los dioses alegres
Les dejaré mis canciones
y memorias y ecos de sonajas,
mucha maraca para el nuevo yo
que sabrá pensar y sentir y querer
aunque la guerra ciega de la sangre
fuera el rebenque y el tumulto...
Los dioses del mabí
con sus nombres de varones valientes
se alegran y arrechan
sus nabos para que sobrevivan
y sobre la Tierra se frotaron entre zarzas
contra el revejido fantasma
del junco lastimero... porque
fui la energía del juego fecundante
y la palabra nueva y el quejido
y el dolor de parto.
07-06-1978 / Lope: Indice
De la vida y la muerte
¡Tantas veces has muerto!
y regresas, guerrero de Borikén.
Y por eso te habituas al olvido
de la muerte, a no extrañarte,
a verte muerto y vivo
al mismo tiempo.
El ente que desde ti pervive dirá: Existe
para siempre; porque aún vivos,
la vida muere, soldadesca
y no nos damos cuenta cómo nace
y sacar valor de la piedra y el hueso.
El pretexto de matar
e irse matando en este absurdo
radical, contingente, inexplicable,
no es bueno; pero por la alegría
de antes seamos agradecidos
y luchemos...
La existencia precede la esencia
del encuentro con Borinken, pero...
nos empozamos con mucha historia mala,
huesos que no son los nuestros
y al vernos desnudos y calatos,
hay quien deplora: ¡Qué horrendo sóis,
cómo te llena la muerte
y la miseria sin futuro!
No les oigas. Tú ama el comando
de tu propio ser y vive
por más precario que seamos.
No pongamos oídos sordos
y mudez ante el quererse.
Echémos a la potencia que nos vive
y nos desgasta gratamente.
16-05-1982 / Lope: Indice
* * *
/
Nuestro hijo, Yayael / Los padres extraños / Los padres iracundos
Quiero ver a nuestro hijo Yayael:
Yaya al solicitar de su mujer el calabacín
donde guardaba los huesos de su hijo
Yo lo amé, Liani mía.
Nuestro hijo fue la flecha de huibá
que disparé al firmamento;
le dije que sus huesos serían la pieza dura
de mi cosmos, la ceiba más ancha
y erguida de mis bosques, el orgullo
de mi armazón, mi cumbre y mi atalaya;
todo lo blando y dulce de mi cuerpo
se lo confié a él, a nuestro hijo.
El tendría que proteger
con huesos vivos la esencia de las cosas;
tu corazón de Liani, mi pozo de edades
en el alma, porque somos filósofos
del agua del Origen y las hormonas
de todas las sustancias; pero él, oh Yayael,
traicionó la médula amarilla; se ufanó
con gesto parricida y quiso matarme
hasta el profundo tuétano.
Yo lo amé, no lo dudes, amada mía.
Lo separé para que llorara
con pureza hasta su sombra
y llevara su ofrenda de huilque
al que da los carbonatos en la piedra
y en el fuego arde con fosfato;
lo llamé al modelo cristalino
de estos troncos vitales de los huesos.
Y se burló otra vez de mí, su padre.
¡Pero quiero verlo; es el hijo
de Yaya, nuestro hijo, el heredero!
Aún lo amo, Liani hermosa,
aún lo amo.
09-02-1988 / Lope: Indice
Los padres extraños
¿Qué clase de fe al vasallaje material de Tus Hijos
has pedido, monstruo oscuro del Gran Cisma,
con qué precomprensión del ser
requieres que yo sea?
Tú has buscado mi aliento y me naufragas
ante tu inteligencia incorpórea
que ya no sobrevive respetada
en la Existencia que deviene.
Tu mano es tan mezquina
como tus siervos en las canonjías.
Ignoras la oscilación discreta en el origen,
su rabieta en el concierto eterno,
Unidad / Pluralidad de mis días...
08-09-1981 / Lope: Indice
Los padres iracundos
(A Lope de Aguirre) se le atribuye una autoría directa o por orden suya en 72 asesinatos: 64 españoles, entre militares y civiles, tres sacerdotes, cuatro mujeres y un indio: Ursúa y Aguirre en busca de El Dorado
Al núcleo, yo mismo voy a desmembrarlo.
Caerá tu reino, morderé en sus partes.
A mis pies, hijificado, será mi nuevo mundo.
Serán como protones y neutrones
que huyan en pos de victorias y de simetrías,
tornados ya en sacramentos rescatados
de tus aves de rapiña.
Yo amasaré el pan con luz,
siendo tan ciego desde la mar de leptones.
Invocaré el hágase del universo abierto
como si la memoria careciera de agujeros
y olvidos y raseros que te contuvieran.
Por eso, si tú asesinas
las simetrías en las sombras
y geometrizas como rey que comanda,
yo en las batallas
daré mis guiños protónicos de ira.
Lope: Indice
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Hallarás a Liani / Invocación para el areito / No abandones a Guanina / Lope el Loco en camuflaje / Memorias de la contracultura: Indice / El hombre extendido: Indice / Indice: Heideggerianas / Indice: El pueblo en sombras / Novela / Indice: Cuaderno de amor a Haití (CDAH) / Indice: Lope de Aguirre / Guakia Baba / Hallarás a Liani / Cruspa / Lope: el príncipe feo / Una fea como yo
Charcas y manantiales / Yaya nos obsequia las agua y olas
a Jerónimo Ramírez de Arellano,
cantor del Culebrinas
Yo selecciono mis hembras y mis charcos.
Tengo secretos, rituales y mitos.
En secreto me baño con la taína de los ríos
entre peñas de pizarral, calato.
Junto a los hijos de mi sol, alterno
con el vuelo de mis pájaros y cemíes.
Mi territorio es simple, breve, tribal,
¡pero qué feliz soy; qué feliz
me hizo la isla con su espacio cósmico!
2.
Baja al charco
donde no hay ambición desmesurada,
me dijíste, que tu cabeza sea
como un pez nervioso, manso,
huidizo de ese Yo despótico y dogmático.
Cada encuentro con el encanto,
misterioso e inefable, que vuelva
a comprenderse desde las aguas
del puro movimiento y no sea sangre
ni empeño de dominio.
Entonces yo fui el pez
en el fondo del pantano.
02-15-1988 / Lope: Indice
Yaya nos obserquia las aguas y olas
No, yo no voy a fundar la mar
o sacar alguna cosa de la Nada.
Los ríos existen
y cantan sus propios cantos
en marejadas y van a cuevas
y filtran con espumas sus extravíos,
sus restingas de agua
y entran y visitan
los dientes de lo vivo.
El esqueleto cósmico impulsa sus olas.
Los flujos se regocijan y a la mar,
que preexiste y lo atestigua va todo,
aún la abundancia de los peces del gozo,
aún la tristeza recesiva de lo trunco.
Yaya sólo dice: Sé un poco
sobre los ritmos y las lunas,
las transformaciones del espacio,
la solidez de las sustancias;
no es mucho lo que puedo decir en el areito;
sólo que estoy feliz con la abundancia.
Yaya declara únicamente, yo organizo
lo que divinamente me obsequia
la mañana y mañana es vivir amando
y bendecir al hombre
hasta el hueso de sus altares,
médula de sus futuras almas.
10-02-1988 / Lope: Indice
Los sedientos y sarnosos
Por siempre van y vienen
esos sedientos con el vientre sin huilque
cuya piel es sarna y caracha impura,
cuya boca aún no clama
el óyeme primario...
esos ladrones por el mar expulsos,
por estrellas sin humedad, salados;
van y vienen... sin Ocama.
Buscan manos que, palmo a palmo,
suden sus caricias y se adhieran
como ombligos a sus sámagos.
Van y vienen y siempre son ajenos
inmundos, queriendo o no.
Del esqueleto cósmico
sólo aprendieron el vacío,
abatirse en las distancias
sin adquirir un nombre
como los tres gemelos
de Itiba Thuvava.
Lope: Indice
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Indice: WOW / De El hombre extendido
Agüeybaná el Bravo a sus guerreros / Hasta que llegaron ellos /
Another behavioral measure of fear has received considerable attention: the augmented startle response. When an animal hears a sudden, loud noise, its muscle suddenly contract. An especially strong response may even cause a four-footed animal such as a rat to jump into the air. The magnitude of the startle response is strongly modulated by fear: Neil R. Carlson
Ninguna bestia es más inmensa
que el ser asomado
al equinoccio de la primavera,
a la selva donde la ley es
Sál y encara el riesgo.
Los mares han sido ya
la primordial ventana que se agita
en los comienzos, pese al miedo,
con la urgencia de forma
que a la vida concreta.
Ninguna bestia es más grande
que el fuego cardinal que enciende
a las galaxias con deseos de vivir
y dominar el vacío,
monstruos de materia negra.
Monstruo del temor innecesario.
Lope: Indice
Hasta que llegaron ellos
¡Qué felizmente me bendijo el espacio!
Hizo que fuésemos dueños de raíz,
hermanos del riachuelo y el árbol y el volcán
a la distancia y del monte marginal y arisco,
al vilo del crepúsculo, amigo, y que lo viera,
ausente como Infinito extraño
y, aún quererlo así, divisor activo de mi predio.
Un misterioso Otro, callado.
Nunca intruso.
Jamás hostil o enemigo.
Sí, entonces, sabíamos
que el pedacito de espacio de la tala
es nuestro, camino íntimo, sanguíneo,
a los conucos.
Fue, ha sido, será eficacia biológica
que marquemos cada uno de los pasos
con huellas y se dijese: Soy de aquí,
codueño de los duendes cotidianos;
la brisa, el viento, el remolino
en las aguas y los aires;
soy feliz, cosocio del bohío.
Soy el taíno valiente, noble señor,
del Borikem que vienen a quitarnos.
Eramos felices hasta que llegaron ellos:
los blancos, los hostiles,
02-05-1988 / Lope: Indice
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Memorias de la contracultura: Indice / El hombre extendido: Indice / Indice: Heideggerianas / Indice: El pueblo en sombras / Novela / Indice: Cuaderno de amor a Haití (CDAH) / Indice: Lope de Aguirre / Guakia Baba / Hallarás a Liani / Cruspa / Lope: el príncipe feo / Una fea como yo / Utopías de Vasco de Quiroga / Etogramas de Cabeza de Vaca
* * *
/
Monday, December 22, 2008
Meditación de Enriquillo / Los modos de explotación
al Cacique Guarocuya, alias Enriquillo
Cuarenta tropas se quedaron
a cuidar los restos de la Santa María,
cuarenta hombres que tenían en la espada
el terror del mundo, toda prerrogativa
de placer oscuro y de escándalo.
Vivieron en cuarentena la distancia
de la humanidad básica del hombre.
sin consolatoria castitatis,
por lo que se lanzaron como fieras
sobre las taínas desnudas de los campos.
Del honor de los varones de las islas
hicieron mofa, con noción
de vanidad viripotente, el invasor
ultrajó pureza, tolerancia, convivencia,
todo devoción y los hombres sanos
de aquel mundo
in desesperadum
se organizaron por 14 años
y combatieron al intruso.
07-12-1991 / Lope: Indice
2.
... El afán de dominar, terremoto que quiebra y resquebraja todo lo ruidoso y cavernoso; el que arrollando, retumbando y castigando rompe las tumbas barnizadas; fulmínea interrogante planteada al lado de las respuestas prematuras: Federico Nietzsche
Una vez
(imagino que pudo ser en Bairén o El Chaco
con encantos de puros mandalas / tambores /
me lancé a liberar, a generar el orden,
a dirimir lo disperso y lo trunco.
Una carroza tirada por panteras
me dio pies y como soles
las ruedas con los pasos trillaban
la parva; destrocé a cuenta propia,
limpiadoramente cuanto pude.
Con mi danza de bambuco
lo temido, se amenguaba
y en tablas nuevas servía
sus engramas la gloria del cambizo.
No hay peor saber que no querer...
Yo aún soy el guerrero, a medias victorioso,
porque mi lucha no mengua.
Perdura. Se extiende. Se complica.
Ante la visión de cada principio
dictatorial, explicativo,
al tirano barrujo metafísico
lo tendí con quello amarillento.
Quiebro a los bribones
y los sanaría por entero
con linfa de mi perspectivismo.
Aspiro a un orden que refulge
estruendosamente en arquetipos
más allá de la palabra mentirosa
del trueno y el relámpago representativo;
pero no me lo permiten, no lo desean...
Ahora soy una pequeña luna, deslumbrada,
pero mi sol rompió cadenas, ¡ay, la madre
semeluda, apetitosa de infinito!
es la comunidad que vivo. Diezmada,
engañada muchas veces,
por los ultrajadores y asesinos.
Lope: Indice
Los modos de explotación
Los modos de explotación
(el robo racionalizado, apetito
cada vez más intenso de codicia
y seguridad amparada por la fuerza)
se abonaron con pretensiones arbitrarias:
superioridad cultural,
eficacia inclusiva,
rendimiento óptimo.
En el área vital de sus depredaciones,
el ladrón se ha atrevido a convivir
con su presa, se asoma
con sus lugartenientes y sus cómplices,
trae consigo al verdugo al lado de su diestra.
Para adaptarse a ellos,
despojados de su hazaña, sufre
los enojos de los pocos.
Traga saliva ante el impertinente.
Del uno insatisfecho,
crítico del acto imperdonado,
sofoca sus lamentos, ríe como valiente
siendo valepoco ante su alma.
06-02-1982 / Lope: Indice
Etogramas de Cabeza de Vaca / El Cacique me enseñó a bendecir
Cabeza de Vaca es el primer español que pierde el control de la situación histórica en que se embarca y se deja moldear por los aborígenes: Ilán Stavans
Yo soy quien soñó el paraíso
para tu gloria y mi gloria, Rey mío.
Salí en 1527 rumbo a La Florida
que Juan Ponce de León
creyó una fuente de juventud
y de alegría, no su tormento.
Yo te serví en la Batalla de Ravena
y como alférez en Gaeta,
en las afueras de Nápoles.
Desde adolescente estoy en las milicias.
Con Pánfilo de Narváez,
el tuerto barbirrojo, quise ver mundos
y otra cosa no ví, sino huracanes
en el Cabo de Florida.
En una isla, en las costas de Texas,
se me olvidó mi nombre, yo,
que alzar cabeza quise, ví
la pobreza comiéndome el pellejo
y mi libertad molida a palos
por desconocidos, mis prójimos
del mundo; entonces, comenzó
mi vida errante en ese sur tan seco
y caluroso que te describo aquí,
árida zona, seis años sin sustento.
Pero un día se me dijo:
Regresa ante tu rey y da razones.
Dí vino y dad...
¡Eres un hombre! ¡eres indio claro
desde el fondo de tus ojos!
Sobreviví sin la espada sangrante
por ventaja; he cantado y danzado
con extraños, supe estar a solas,
y cazar con buey de cabestrillo.
Yo soy el fugitivo de los climas
diversos y ejemplares, sé acerca de hierbas
y flores y lagartos, ví los búfalos
y las zarigüeyas, el Mississipi y Pecos;
probé el puré de piñón, la yuca
y el casabe, me alimenté con semilla
de mezquite; yo curé enfermos
con mis manos
y saqué la fe de mis adentros
y ví los huracanes del Caribe
y son fieros demonios escondidos
que, en agosto, navegan sin barcazas.
2.
Los relatos de Cabeza de Vaca y Conrad ilustran que el colonialismo no es una ruta feliz; que finalmente causa violencia y odio y el choque de las culturas diferentes: Iván Stavans
Yo soy el niño jerezano
(que quitaba las cabezuelas al vino
y separó las heces del lagar del sueño).
El que, descalzo, anduve en aras de Manoa
y, quien en motín de intrigas,
después de servir a tus proyectos,
a espaldas de tu nombre, fui golpeado
por una horda de intrigantes de Irala.
Por envidia, en cadenas,
me llevaron a lo oscuro.
Me arrojaron al destierro.
Me internaron en Africa
y arreciaron tu olvido.
Yo, Adelantado de tus tierras
allende el Río La Plata y el Chaco,
fui juzgado por malagradecidos
y Domingo de Irala me burló,
me maldijo sin creer el mensaje
que te diera para que se hiciera virtud
de tu nombre y Nuestro Mundo:
El indio es el hermano del descalzo;
alimenta al hambriento
y al desposeído, te hace libre
cuando estás en cadenas,
te aloja y te proteje
si andas fugitivo.
09-06-1988 / Lope: Indice
3.
(Al) ... verme tan extrañamente vestido y en compañía de indios... estuvieron mirándome mucho espacio de tiempo, tan atónitos que ni me hablaban ni acertaban a preguntarme nada: Alvar Nuñez Cabeza de Vaca (1490-1557)
Tú eres, sí, criatura humana.
Y aún cuesta creerlo.
Lo eres, Alvar. Estás sediento
y golpes te han marcado el dolor
con sus señales y el vómito de sangre
te desgaja con muecas, con angustias.
Tiemblas cuando ves el pan colgado
a ese cuerno de luna, inalcanzable.
Estás desamparado y nuestros ojos
se aflijen, jerezano, precisamente,
porque tus manos aflojaron el rebenque
y lo dejaron caer cuando nos víste.
Te sitiamos en la noche; te vimos
a distancia por hitos de los soles;
aún no sabíamos si llamarte
el magro fantasma de la tarde
o si eras hombre, a pie, cubierto
de rojizos vellos y barbas.
Antes que un bocado vino tu flacura.
Estás desnudo y la fiebre se acomodó
en tu vientre, tus mejillas, tu rostro;
atrapamos tu falo y gritó el miedo
desde el fondo de tus gónadas
(¡no quieres ser castrado!)
Fue así que lo supimos.
Eres un hombre.
4.
¿Dónde naufragaste, hombre
de pálida piel y de ojos claros?
¿A qué vienes, por qué dejaste tu navío?
¿Por qué se alejó de tu cuerpo tu caballo?
¿Por qué conoces los vocablos oscuros?
¿Desde qué voz del espíritu murmuras?
5.
Dí vino y dad, divinidades.
Es un trago sabroso, díme, indio,
¿qué pusíste en mi boca?
Con la emergencia de estos trapos
me has vestido; pero, te enseñaré
una palabra de mi idioma: Gracias.
Te diré, por igual, que la divinidad existe
(sepultada está a veces por caprichos.
El olvido conspira y sepulta al paraíso).
Jamás sufre la inocencia con la sed
con que yo he sufrido; al contrario,
la sed insaciada, la que busca el agua,
es condena del que está en aprendizaje.
Enséñame otras palabras, Gran Cacique,
y házme que baile junto a tus naturales;
yo sólo pediré tu vino, tu deleite.
Dí vino y dad tu potencial
de creador puro; yo,
por cognición primaria, te imitaré
(y no seré una bestia definida
por el sucio empirismo).
Tu dulce fruto lo informaré a Carlos V.
Diré que vives en viñedos de poesía
y que conozco tus Lagares y Tus templos.
03-06-1988 / Lope: Indice
El Cacique me enseñó a bendecir
Quien no bendice
con el sol echa su bronca inútilmente;
con lunas en las noches, rivaliza.
En lo oscuro se peleó con su semilla.
En los cambios no hallará la luz idónea,
la costilla del encino como lumbre.
Maldecir siquiera es ser varón,
más bien, higuera estéril.
El no hallará mujer, la mina
de su ayuda en el ovario,
Será páramo yermo en la cosmogonía,
y comerá del mendrugo en el camino,
tan a solapos, seco, amargo.
Quien no bendice
fatigado amanece, escarnio es
de sí mismo y de la madrugada.
En cambio, el que bendice
en la memoria de las células crece
y otras viandas sonreirán a él
cuando esté hambriento
de ley y vida perpetuadas.
Bendecir es cumplir la ley sabrosa
de los panes, multiplicar la providencia
en cada esfera, asomarse
al infinito y al misterio,
a pesar del parentesco biológico
del hombre con la bestia.
02-06-1979 / Lope: Indice
____
Memorias de la contracultura: Indice / El hombre extendido: Indice / Indice: Heideggerianas / Indice: El pueblo en sombras / Novela / Indice: Cuaderno de amor a Haití(CDAH) / Indice: Lope de Aguirre / Guakia Baba / Hallarás a Liani / Cruspa / Lope: el príncipe feo / Una fea como yo / Fue llamada Liani / Itiba Thuvava
* * *
/
Lope el Loco en camuflaje / El sueño de El Dorado / Los farsantes
Esta es la vida en escala,
la existencia, la historia, las palabras
en la anonimia sedienta de ser,
en el hambre de actos.
Yo sé que el camuflaje
es un modo de vivir, quehacer
inauténtico y constante,
¿lo será por siempre?
La vida ha sido la cadena
del viejo Ayer Brutal que se pervive.
Una jerarquía de inquisición y truhanería.
Mas sepamos: ¡hay corazones
que se queman vivos,
unos porque la tortura o la hoguera
ya les fue recomendada;
otros, porque herederon su mundo
en crudo incendio,
con poco amor contiguo!
Lope: Indice
El sueño de El Dorado
Ya es difícil robarse la ambrosía.
Quitar su fruto al árbol del consuelo.
Sacar del hambre su última esperanza.
Decir Placer, eres mío.
Los potentados se apropiaron del Olimpo.
Con ojos de gacela y lengua de sierpe
todo y otro tanto y todo tiene dueño.
Cada espacio es ajeno.
Cada ruta es prohibida.
El Tártaro se ha vuelto: soledad cotidiana.
La campiña es el templo de expiaciones.
Arrojado está, sumergido hasta la nuca
en charco de perpetuaciones,
el pobre corazón que, en selvas
de Turingia, pagano de los montes,
a Venus cantar quiso, iba cantando.
Se atrevería a adorarla,
a desafiar los cuchillos.
El sueño de El Dorado se ha olvidado.
Lope de Aguirre diez mil veces ha muerto.
Están torcidos, proscritos, perseguidos,
el golfo y los pilluelos, el poeta y el anciano,
los que robaron un pan y son mendigos,
atorrantes que huyen, orgullosos que sufren.
El pordiosero está en el camino de la noche fría,
deprimido, enfermo, incomprendido.
El Olimpo es su cementerio de zanjones,
hospicio de colmenas y de cárceles,
sanatorio de anonimias y recelos.
03-02-1986 / Lope: Indice
Los farsantes
Siempre farsantes hablaron por tí
y nosotros, tus muertos malvestidos, somos.
Por gusto de llevarnos la contraria,
¡peleamos y conquistamos y morimos!
¿y qué sacamos?
Autoritarias cortes
de Trastamaras, Habsburgos y Saboyas
y gentes con voces exquisitas,
sin gratitud alguna, han dicho:
sóis plebeyos, gañanes,
mirad al cielo,
esperad en rodillas,
y así olvidamos, como pueblo,
que más vale saber lo que conviene
que hallar belleza intelectual de sabihondos
y cortesanos que escriben en latín
sus idioteces, o en versos italianos,
y el hatajo de sus vanidades
ya son manifiestos babiecas
y me dan asco...
12-03-1977 / Lope: Indice
No abandones a Guanina / Guanina / Itiba Thuvava
Sé feliz, no por ellos,
guamikenas que vienen al rescate.
Sé jovial por tus ojos y roba
de la belleza de lo externo
hasta que permanezca cada taína en tu pupila.
Desnúdalas y ámalas que son la alegría
de lo creado, las melodías pendulares
que tañen y danzan con címbalos de infinito.
Que nada las oscurezca hasta que sean tuyas
en tus noches, totalmente tuyas, en orgasmo.
Después que mueras, ayudarás
a liberarlas con libertad sideral;
serás ángel taquiónico si las llevas contigo
a danzar en negros agujeros.
Mira que has de bailar hasta el fin de tus días.
Ellas te enseñaron a bailar en tu deseo
antes de meterlas en tus ojos y en tu alma.
13-07-1986 / Lope: Indice
Guanina
Aún se les escucha en medio de ceibales.
Amanecen en amor, cinga que cinga.
En la noche no mueren, resucitan.
Se besan en cada pétalo de rosa.
Con los hibiscos retollan,
prendidos del ombligo todavía.
Se muerden en el musgo y emergen
como lirios encendidos.
Chupan con sus raíces hasta el alba,
se comen desde sus troncos,
húmedos de savias, sudan
esplendorosamente tibios, anhelantes,
y gotean su leche de hermosura.
Salpican cada hoja, cada flor,
tallo abajo, tallo arriba,
con fecundas semillas.
Enroscados en su danza como lagartijas,
les envidian hasta los gusanos.
Lope: Indice
Itiba Thuvava
Bones can represent the essence of things... Being stripped or cut to the bone may signify a sudden insight, but also sometimes a deep attack on human's personality... a threat to the foundations of life, and to personal power: David Fontana
Un día vendrán los huérfanos eternos
del Vacío, donde no hay Liani / Esposa
Madre / ni hermosa compañía.
Los intrusos ladrones siderales
como soles invasores
hallarán nuestras casas;
un día vendrán
y no sabemos cuándo...
Lloviznarán las pequeñas mariposas.
Harán mofas y piruetas, vuelos
sin zumbidos, vuelos sin alas.
En vano preguntaremos: ¿Cuándo?
¿Dónde, qué ofrendan, con qué burla
siniestra se acercan al bohío?
¡Vaya caramillo que armarán
en aras de información sensoria!
¿Nos enojaremos con criaturas como tales?
Tan pequeñas, helícidas, cañudas,
apenas con voz de remolino, apenas
poseedoras de tambores y maracas.
Un día vendrán, es cierto,
hijos sin nombre de Tánama.
Bacterias de mundos diminutos,
horrorosos, saprógenos, para los cuales
aún no existe en nuestro idioma su nombre.
Itiba Thuvava los esparció en la brisa
porque se fue a la muerte.
Ella no era tan fértil ni agraciada.
Urgió en su espíritu la visión
de una esmeralda y huesos nuevos,
huesos puros, diamantinos,
reedificadores.
06-02-1988 / Lope: Indice
Visión prerenacentista / El Emperador
A mitad del camino de la vida, hallé
la erranza, selva oscura
que pudo ser mi monte de palabras,
casa en el soluto de la historia.
Yo bajé al desfiladero creyéndome
viajero de Florencia y un poco dios.
¡Extranjero, invasor, Adelantado!
En algún instante santo y pío,
imaginé que soy el soldado mortificado
por las muchas miserias de mis días,
el lobo de la estepa que aúlla
e imagina su Ultratumba por capricho
y el añorar del cielo purificador
y las danzas con Beatriz,
la ninfa del estero.
2.
En algún paraíso quise hallar
quién soy y serlo,
añorar también como los viejos zorros
a Beatriz, mi Musa, mi Reina, mi sustento.
¿Dónde fui a buscarla?
me pregunto con incrédulas palabras.
Allá, donde aún se lamenta
y se adeuda certidumbre,
donde el clamor se vuelve
sed de salvación y rito.
3.
A mitad del camino de mi vida,
te hallé y eras el ritmo de mi propio corazón
y eras el movimiento
y el afán por desarrollo necesario.
Eras mi noche en la pupila
y tú, que pegas en mis ojos, Beatriz,
y yo yendo, avanzando, resuelto
con soberbia; así te ví y supe lo que existe.
Baja al charco
donde no hay ambición desmesurada,
me dijíste, que tu cabeza sea
como un pez nervioso, manso,
huidizo de ese Yo despótico y dogmático.
Cada encuentro con el encanto,
misterioso e inefable, que vuelva
a comprenderse desde las aguas
del puro movimiento y no sea sangre
ni empeño de dominio.
Entonces yo fui el pez
en el fondo del pantano.
4.
Beatriz siguió danzando.
Esta vez estuvo fuera de los pozos.
¡Que feliz me sentí que pensé,
¡ay dichoso yo! mi ser de azogue,
encantado en plenitud, tan vivaracho!
Entonces, vino la fiera de la Envidia
para atormentar esa alegría.
Con puñales me cercaron.
Y quise ser soldado nuevamente.
06-12-1978 / Lope: Indice
El Emperador
a Carlos V, Emperador del Sacro Imperio Romano
No se necesita el Edén ultramundano
ni la Edad de Oro de las fábulas.
Basta que alguno entienda
que no hay pobreza voluntaria
ni pecado surgido de la Nada.
Por cierto, el bienestar general
es comunidad eterna, misericordia.
Clamor profundo del corazón bendito.
Las necesidades naturales de los hombres
y mujeres vienen y van
a veces impredecibles, casuales, súbitas,
pero, en la mayor parte de los casos,
son creadas por las acciones
de verdugos, salteadores,
déspotas, codiciosos virulentos,
piratas en naves que dominan los mares,
partidas de canallas que a Dios invocan
desde altares puritanos con espadas,
desde sotanas y tronos
de sacras alianzas
con el terrorismo.
02-05-1987 / Lope: Indice
* * *
/
El saqueador / Los asesinos / La Gran Legión de la ambición
Ahora estás sólo como cazador
que busca en vano
la presa que robaron los flamencos.
Ahora Carlos V te bendice.
Puedes aplaudir a los captores del Milanesado.
Puedes saquear a Roma y conquistar
Perú, Chile, el Caribe y la Amazonia,
exorcisar a brujos de la fe luterana...
Fernando y Felipe II se llamarán tus rivales
y, en el fondo de tu ser, soñarás el fratricidio;
ahora eres casi soberano,
con las manos derramadas como garfios
circulados en las mares como naos.
Cañonazos fabricarán tu nombre.
Con espadas te inundarás
de apellidos y señores.
Contigo el Ultrasistema se deifica.
Todos los materiales de la caza
a tus pies llegaron, han besado
tus manos y construyen los cielos platónicos
de tu ira, tu celo, tus cimientos absolutos...
Lope: Indice
Los asesinos
No se olvide el asesino
del inmediato mundo circundante,
el que empuña remisión y tira piedras
y esconde la mano...
no se olvide...
quien reinventó el puñal por jure bellis,
la espada para el hurto y la opresión,
premeditadas,
del ser-acompañado y el ser-acompañante,
que con el útil que se halla en el cohecho
no se olvide
también se coencuentran a la mano
los quienes victimados,
otros para quienes
la traición y el golpe bajo se destinan.
A las mutilaciones, con su aviso,
cobarde, vaporoso, seguirá la pregunta:
¿quién amenaza, hiere o asesina?
¿Quién, con mañas de lobo, es quién se esconde
y usó el arma y atormenta y reincide, canallesco?
No se olvide que hay quien quita el yo
y se huye del destino y son los proveedores.
A expensas de la muerte, en secreto organizados,
ejecutan la amenaza, fundan sus escondites.
No escaparán impunes, no,
aunque sólo trafiquen en las sombras
con los portadores de la muerte innecesaria.
Criminales hay que jalan el gatillo,
pero hay peores: los chingaqueditos;
genocidas intelectuales que autorizan la hecatombe.
Con sueldos de sus arcas, sufragan el crimen.
Con justificación verbal, lo enaltecen.
No se olvidará su delito, no,
ni al cómplice en la sombra, más lobuno.
En el útil se sobreentiende el para qué
y en el asesino, por igual, se precomprende
la remisión del productor a portadores.
En el olfato va obsequiada la pista de la burla,
y los zorros del desfiladero,
desenmascaradores, catan huellas.
18-04-1980 / Lope: Indice
La Gran Legión de la ambición
Un extranjero proveniente de las sombras
es el invasor que escupe, maldice, aterroriza.
Su alarde desconcierta
y aparta a quien le sigue.
El más humilde al verlo piensa:
Es un intruso.
El más valiente arguye
con los puños cerrados:
Es rival, enemigo.
El sol llegó.
Invadió las sombras,
pisó fuerte en Castilla,
dijo que vino a iluminar
y sacó el rayo del bolso
de los cielos.
Quiso moverse entre las nubes inmensas,
pero las aguas fluyeron como ríos siderales
por otras direcciones. En sus ojos,
sólo había pantanales y la luna
estaba ahogada en el lodo de su fondo.
El extranjero llegó.
Pidió respeto, pero las germanías
de Valencia chapotearon en ira
y, desde Aragón y Castilla,
maldijeron su nombre.
2.
El extranjero se creyó dueño
de toda valentía; a todos dijo:
¡Sóis cobardes!
El miedo, ya que él es el derecho
internalizado y egoico, por el cual cree
que inventa al mundo, en los otros existe.
Nunca en él. Decretó pues la obediencia.
Quiso que el ajeno prójimo le bese las polainas.
El extranjero sale del Absoluto
y es el rey para el rey que está consigo.
3.
El extranjero no tiene calidez
No es generoso. No bendice.
Nada tiene que dar, según sus cuentas.
El vino a recibir, a lucrarse
aún con lo que jamás será suyo.
En su viaje solar por otros universos
no dejará que otros, los ladrones,
esquilmen sus alforjas.
Dice él que ya para sí
se robó el fuego del Olimpo,
y que para sí tiene escritas
las Tablas del Destino.
Hay que verlo en su tránsito cósmico
y temblar con sus pasos, rendir a él
pleitesía. El es el héroe y nadie más.
El siervo no debe aborrecerlo.
4.
Para escombrar lo nuevo y lo desconocido,
los invasores se sumergen en la fe
y en las charcas y el abismo.
Se cuelgan a los nombres de pioneros
como a lianas; revientan al caballo
entre peñascos y senderales de tupidas selvas.
Dan un adjetivo a todo con sus bocas
boquilleras, charlatanas, maldicientes.
En sus gayolas, así creen, todo cabe.
En su asombro, todo se comprende.
Son la Gran Legión de la Ambición,
a sangre y fuego, los hijos extranjeros
del Unico Valiente y Absoluto.
Lope: Indice
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* * *
/
Conquistadores y conquistados
A Francisco Vázquez de Coronado (1510-1549?)
buscador de las «Siete Ciudades de Cíbola»
En el pozo del Desencanto, ví al Conquistador.
Clasificó lo improbable, vaticinó el destino
con dicotómicas categorías:
quiso un imperio,
siete ciudades,
en su puño siniestro.
Pero no lo admite.
Ha comenzado a alimentarse
con sangre, a enfrentar el mundo ajeno,
a matar indios, a negar el hallazgo,
a mal herir la Sorge.
El Virrey lo ha censurado.
Ahora sediento está de barro y aliento.
Se mece en un giro del yang estructurado.
Con perra sarna lo muerde la codicia.
Con ausencia de alma lo engendra
el acto equivocado. Algo más
peligroso: la conquista
ad absurdum.
A la peña de las divisiones se lo lleva el abismo,
el pozo, la lujuria de hallar lo que no existe.
No se convence aún y está en Arkansas.
Se fue de Colorado. Pero ya no importa
El descubrió el Gran Cañón.
Un río, las montañas Rocosas,
ha examinado todo
y pagó el precio,
el desencanto, la echada
en victoria de «infidelium», in partibus...
2.
En el pozo del infierno,
Baal-parazim, viven en echada
quienes son como él, quienes buscan
actos puros, unívocos, fantásticos.
Son salmantinos en conquista de la Nada.
No es posible su metafísica de lo objetivo.
Todo se engorda en la sustancia,
aunque todo se escinde.
Todo es denso, equívoco, excluidor:
macho y hembra, bhikshu / bhikshuni,
dogma o mentira, dualísticamente agresor.
Los ejércitos partirán en trocitos
lo que hallan, todo se ha de fragmentar,
o aparcelarse si no se entiende lo real,
sin fantasía, y se pretende la Cíbola sin dicha,
sin consciencia y sin valores.
Sin espíritu objetivo, la dicha, la existencia,
la verdad, son partículas del Derrumbe.
3.
En la ejecución de Pedro de Añasco
El procurado es un indio.
En 1540, en brasa de tormento, lo habrían quemado vivo.
De él no quedó ni dominguillo con que espantar
la muerte y la colonia; pero en la Nueva Granada
los yalcones sí lloraron y son como él fue,
rebeldes, cimeros, indomables.
El procurado se armó de la congruencia,
hizo solicitud de lo no hallado: convocó el heroísmo.
De turno, inesperadamente, dio el ejemplo.
fue héroe del Gran No, conciencia del destino.
Pedro de Añasco no tuvo tanta suerte.
Fue sedimento sin recuerdo
en el fondo del pantano. Quiso
repartir mi pueblo en encomiendas
como útiles de oprobio,
como cosas y esclavos.
¡Pero no somos eso!
Y el procurado enseñó:
«Diente por diente».
¡Somos gentes, yalcones,
zorros viejos y heroicos carajo!
03-12-1977
4.
a Gaitiana, la cacica
Para que entiendan que mis yalcones
no son cosas ni guijarros, repartos de muchedumbre
y que Timaná no es el nombre de mi estero
ni que con puro percibir se me ve o se ve a ellos,
la Vieja Zorra de mis días,
Gaitiana, la cacica,
prendió a Pedro de Añasco,
Capitán de Justicia Mayor de Belalcázar.
Le sacó los ojos con puñal de pedernal.
Escupió su rostro y lo maldijo.
Lo arrastró como a costal de papas
por bateyes de la niebla
cuando la luna fue más clara
al canto de la diuca.
Un dogal le puso al cuello,
al él que tuvo poder y deseaba
oprimir al pueblo de yalcones.
Pero mi Vieja Zorra del estero
tenía las manos rudas y filosas,
el hocico agudo y la cabeza ancha.
03-14-1977 / Lope: Indice
___
Conquistadores y conquistados /
El domingo trágico
One tragic Sunday, after lunch, Comentator Ovando ordered his troops to move. Troopers in their 70 horses, and 300 soldiers, were waiting. Anacaona believed that they were getting ready to prepare a demostration of their skill in the sugarcane game. She went over to the troopers and asked them to dedicate it to her her tribe. The troopers agreed. They asked her to take the tribe to the bend of the river because they wanted to speak to them... Everything was forseen when Nicolás de Ovando, Governor of the Spanish Islands, wore the symbolic, golden medalluion. They tied the tribe to stakes by the bend of the river and burnt them! Some Tainos took managed to take the Queen out of the mass execution. All that could be seen and heard were blood and loud scream... If any Taino would jump onto a horse to save anybody, they were immediately killed. Eighty Taino
leaders were slaughtered.
El areito es la guerra santa de estos siglos.
El oye del Ocama es mucho más que propaganda.
Aquí la vida del futuro se decide.
Aquí comienza la confianza a hacerse amarga.
Oye aquí, en su silencio, la muerte de la noción
de vanidad y raza, oye el no taíno
a don Diego de Arana, al Fortín de Navidad,
al cadáver y escombros de la Santa María;
los naufragios en Haití no declaran
vade in pace; al contrario.
Vayan con la muerte tronzuda
es lo que dicen en favor de la viuda que heredara
su cacicazgo en Maguana, vayan con los cadáveres
de ochenta taínos horadados por espada;
vayan con el engaño del medallón sagrado
que Ovando se esparciera por su pecho
como burla a este pueblo
que le confió la inocencia
y la confianza.
10-11-1989 / Lope: Indice
Anacaona convoca a los cazadores / El cazador / La india
Varones de arcilla roja navegaron
desde Tapajós, la vieron en las islas
de Valientes Señores de la Sangre;
la oyeron en cada areito, su voz estaba
viva, transmigrada, eco renovado
en cada eco, Flor de Oro, Anacaona
la voz-hija de lo Eterno.
En los carcavuezos más hondos
del peñascal se estremeció su sombra
y se dijo: ¡ya la vimos, la tenemos!
¿Será acaso ella la que escapa?
¿Será que va en la nube,
cimarrona de repente,
o es el viento, arquegonio abierto
sobre helechos, vulva de musgo,
cabalgazón de tierra y cielo?
Es que su amor encendió
su imagen de hermosura
con la voz de las olas.
No fue cierto que huyó; no se va
del Xingú, nido nativo, la viajera unitaria.
Su corazón es caríaco, no se fue ni se irá nunca.
Regresó, más bien, con el boechío.
Se volvió a la Jaragua junto al pueblo.
Fue a comunicarles muchas cosas
porque todos vieron llegar los invasores.
2.
Con su esposo Caonabo recibió
al Navegante, recibieron el alba
junto a las carabelas.
Tenían los dos tan limpias sus miradas
que no sospecharon con Ovando
la traición a las puertas,
al cazador con el agio en los ojos.
3.... al describir el areyto, o danza con recitado que vio en 1515, en La Española, recordó que esa manera histórica de comentar los hechos históricos y de conservar sus tradiciones, era parecida a la de los viejos romances españoles de los que él, que tenía la mollera llena de ellos, menciona algunos. En las costumbres de los indios, por bárbaras que sean, encuentra rasgos parecidos a los conocidos en la historia de Europa. Sentimiento, más que prejuicios, no le dejan comprender las costumbres indígenas: Enrique Anderson Imbert al evaluar a Gonzalo Fernández de Oviedo.
La liebre se llamaba Anacaona.
La buscaban por las sínsoras del monte.
Preguntaban por ella a las cañadas
y al fondo de los ríos, por igual:
¿será acaso zorzal o jilguerilla
la que canta y se asoma
a las noches con tamborines y maracas?
Por arijos donde crece el maíz,
la bija del achiote, la yuca
y se esparece el olor de retamas,
olfateaban su huella; se creyó, lo imaginaron,
vérsele citada por un eclipse de luna,
el más oscuro.
02-12-1981 / Lope: Indice
El cazador
Tú que has visto demasiados caminos
y, con certeza de que todos se duelen
en palabras, se ríen y delinquen
con sandez de impuros oleajes,
tú que oyes la marisma de la fantasmagoría,
vaticina nuevas islas, textos de porvenir,
historia de corales y de estrellas,
luz desde lo más recóndito y profundo
de la mar secreta, la imaginación lícua.
¡Ven a cantar con pulmón de montes
y pájaros, cazador, desmiéntelos,
ágil liebre, osuna fortaleza;
y saca el corazón, lleno de voces
y reparte arterias como ríos,
vertidos sobre tu frente, marinero
y tú, arquero, pon el ojo
donde la hermosura pide
la visión ardiente
y equilibrio y rigor
y pasión
y temple!
01-12-1982 / Lope: Indice
La india
Comulgo con los dioses
que sorben su aroma grata
del hidrato y sus carbonos.
Que quieren cuerpos sólidos y diáfanos.
Que se llevan un joropo de Tlaxcala,
de genuino ixcacihuite
y un tapiz de Chiautempan
para hilvanar con sol
una hoja, un tejido leñoso, una flor
para las manos, el talle, el alma.
Quien me abraza con el regocijo
de saberme la envoltura celular
del mirto, chupa de mí
esperanza y canto.
Quien se acuesta en mi seno,
mi mujer tendrá de oquis y regalo.
19-01-1990 / Lope: Indice
____
Memorias de la contracultura: Indice / El hombre extendido: Indice / Indice: Heideggerianas / Indice: El pueblo en sombras / Novela / Indice: Cuaderno de amor a Haití (CDAH) / Indice: Lope de Aguirre / Guakia Baba / Hallarás a Liani / Cruspa / Lope: el príncipe feo / Una fea como yo
La mujer de Pedro / El amor de Cruspa / Petición a Juan Cerón
a Inés de Atienza, la mujer de Pedro de Urzúa
Lloro a solas. Me conmovieron
los esplendores lascivos de tu carne.
Macho, bruto, boquirroto como soy,
te he deseado, barragana.
Al tonto que no puede quererte,
tu hermosura lo embriaga.
Como borracho
cuya imagen se vuelve la coraza
de su propio asco tremebundo,
mi rechazo siguió al tuyo
y me has herido.
¡Claro que no has de querer a un tuerto,
cojo, enano, desdentado,
con los ojos bizcos y salaces!
Me pinta sus cuadritos, hígado abajo,
tu sincero no, ¡sí, ya me has herido!
Con frivolidad sentimental
me atormentaste, me hicíste
un pagote al pie de tus amores.
Lloro por escasos motivos
en este mundo hipócrita, irredento,
pero todas las decepciones son amargas
y más llenas de fortaleza
han estado que mis brazos.
Lloro por pocas cosas y me escondo
donde nadie pueda señalarme
con el dedo para más burla
y cinismo decorado.
13-07-1986 / Lope: Indice
El amor de Cruspa
... No me tientan las fornicaciones y adulterios pues mi carne se aquietó tras la muerte de Cruspa, mi mujer: Lope de Aguirre, en texto de Miguel Otero Silva
Había olvidado que hay
(y siempre hubo)
tantas fantasías que la carne discierne.
Tus besos, por ejemplo,
que predican la realidad a los músculos,
la dulzura de tus endorfinas en tus labios.
¡Ay! pobres de los que no mencionan
que el amor existe.
Yo lo haré, Cruspa,
yo, porque te he amado
con el viento de marzo,
con mi pata coja,
con mis ojos fieros, abizcados,
con lluvia que me desvela
y sobre la alfombra verde del prado.
Tu piel es suave,
más suave que el mundo,
menos esquiva que la justicia,
el rey Felipe V y sus gobernadores,
el amigo en que confiara, Inés
o mis marañones.
Existes, Amor, haya palabra o no,
para identificarte
y voy sensualmente
por tu adjetivo y tu verbo,
por tu cuerpo de onda,
por tu ser y sus partos...
Petición a Juan Cerón
Guacanagari, Viejo valiente,
profeta de mis días, vé y sé el consuelo.
Cacikea Yuisa está en quebranto
en Jaimanío; Guanina es hostigada
por hermanos en la villa de Caparra guamikena
y le llaman traidora los nobles de Aguaybaná
y le dicen pelleja, zorra malparida,
barragana y está sufriendo cada mujer
en la Maguana y la cubanía
de siboneyes y de acaguas.
Recuerda a los valientes que yo dí
huesos nuevos a la varonía
y perdoné al que robó en mis santuarios
el fuego del cristal y las rodillas.
03-02-1980 / Lope: Indice
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La Fuente de la Juventud / Juan Ponce, el Vanidoso
a Juan Ponce de León
¿Quién habitará el canto e irá, como tú,
a la fuente de las aguas
y hacia su meta melodiosa,
oh, Juventud,
quién se dejará flechar
y, en sobresalto, tendrá su regocijo
según fluye ese dolor desde lo incierto
a la sustancia verdadera?
¿Quién que sepa bifurcarse,
te hallará en La Florida, oh Juventud,
y transformará la voz de siglos
en otra carne, plena y ancha
con ternura y belleza todavía?
Donde se urjan más que palabras
exquisitas, semioscuras, decadentes,
¿hay quien haya sido fulminado como rayo,
alguno que esté herido por la flecha venenosa
y que se sienta joven, o renovándose al fin,
sin maldición y sin lamento?
¿Alguno que pida destrúyase
la tristeza que se encarna
de contínuo, día tras día?...
Lope: Indice
Juan Ponce, el Vanidoso
Quisiera ser, con gracia pajolera,
como Juan Ponce, León de Palencia
cuya espada no tembló jamás ante el taíno.
Un soldado, aventurero, guamikena,
Palo Mayor en cada arboladura de la carne.
Quisiera que, al palmar en el abismo,
la vil muerte, me flechara el nuevo día
con el veneno del gozo inagotable,
oh, la juventud del agua
con mocedades cristalinas.
Es que soy vanidoso como él
y la eterna abundancia de los días
me lava en sus caprichos
y en sueños vigorosos.
Cada uno tiene su modo de pajear.
Yo quiero barba limpia, bien cortada,
el rostro como el suyo, su estatura,
su hidalgo encanto, tan donoso.
¡Te quiero, juventud!
¡Vuelve a mi vida
con gracia y gallardía!
24-09-1979 / Lope: Indice
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Lope de Aguirre / Crítica de este libro / Roxane Aristy / El agua quiere murmurar