Friday, August 22, 2008

Oración y vela del loto


Pintura La Verdad saliendo del Pozo

Acuéstate, pues, en esa tumba y espera a la luz.
Esta noche franquearás la Puerta del Espanto...

Nadie franquea el Umbral de Osiris
sin pasar por la muerte y por la resurrección.
Si ella tiene que venir, vendrá a su debido tiempo.
Trabaja y ora:
Osiris, en Poinmadres


¿Cómo has querido llamarte, moribundo,
con tus lamentos, olvidadizo explorador
de los rincones? Padecedor de olvido.

¿A qué soledad maldices si no has llegado
a la tumba que te doy, si tengo días y ollas
para que aprendas a cantarte, a orar
en pos de mí, a florecer con el acto mañanero
de mi alegría y mis dotes?

¿Soledad? ¿Es la soledad lo que repugnas?
¡Tú, sobre la soledad, poco sabes,
tú gritas soledad y la rehuyes!
Soledad de pan tampoco tienes,
soledad y haces el sexo y fornicas,
soledad y te vengas con rencores
y matas con tu propia mano y maldices.

Pero Soledad es el pozo del viviente
que te ve, soledad el testigo que te llama
y te reprende, soledad el que dice: «Acuéstate
esta noche en la tumba del reposo,
brisa vendrá como cobija,
el ser de los seres pasará, acariciante,
y vibrará una cuerda de su Lira
y te sellará con el séptimo beso de su canto».

Soledad es la verdad de lo que ha sido
profundamente tuyo y la tiene por menos,
descendida hasta lo más oscuro de ese pozo,
el pozo de tus días, el pozo del mendrugo,
el pozo de rencores y de irresignaciones.

¿Cómo has querido llamarte, Solitario?
¿Qué es lo que no entiendes todavía?
¿La alétheia?

Llámate, por impaciente, Loto,
uno que crece bajo el largo río
tiempo antes de abrirse en flor divina.
Llama la soledad, flor, amiga del Umbral,
alma de Osiris, pan verdadero, agua
de vida, ser de tu ser, Ser maravilloso.

Acuéstate y espera.
La flor se abrirá, incontaminada.
Flor de soledad inefablemente pura,
flor que surge del pozo de tus aguas sucias,
pero, irrumpe solitaria como una riqueza
que te doy, el tesoro de callar
y ver al adviniente Ser,
tus ojos osirianos,
tu piel transparentada
como Loto.

4-19-2004 / Del libro inédito Teth, mi serpiente

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Este poema es una enseñanza, dada antiguamente en los sarcófagos de la Pirámide de Gizeh, en los cultos egipicios de Isis-Osiris. Es una enseñanza sobre el Loto o la Rosa de Isis, la paciencia en medio de la desdicha, la paciencia incontaminada. Loto es la humildad con que se espera la revelación del Ser y su causa primaria. Loto es el símbolo de lo que resurge, con pureza, en medio del lodo de las charcas. Loto es la soledad bajo el agua, ocultamiento que va lavando los pétalos para que, a su debido tiempo, se reciba la Verdad pura al no permitirse que el polvo y la suciedad exterior corrompa. Por eso la soledad / como simbólico sarcófago / entre los pastóforos egipcios es muy apreciada en sus rituales iniciáticos. La soledad mística del poeta y del que custodia los símbolos sagrados [pastóforos, o hermeneutas]. Utilizo este ejemplo del Loto / Ocultamiento / Verdad / cuando discuto con mis alumnos las nociones heideggerianas de cuidado / ocultamiento / des-ocultamiento / Aletheia.

El «cuidado» de la cotidianidad es referencia al ocultamiento, en tanto que anticipación, «de lo que todavía no es». En el cuidado no nos puede entregar totalmente el todo de la existencia. Ese todo sólo es entregado con el cierre de las posibilidades que establece la muerte. A la palabra griega alétheia, Heidegger la traduce no como «verdad» sino «des-ocultamiento», que es lo que sucede con el Loto cuando sale del agua. La vela y oración es referencia al trato del Cuidado.


MundoPoesía / Te voy a dar mi nombre

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