Thursday, August 21, 2008

Te voy a dar mi nombre




Has nacido, pequeña semilla, hijito mío.
Soy feliz porque has sido fruto de mi vientre.
Con seguridad es posible que diga
nació blanco el primer hijo
y será una señal y un recuerdo.

Te amamanto con dicha, Tomás;
así las casi cien esposas de mi padre
amamantaron sus críos y poblamos
los bajos de la bahía.

Ahora quisiera un nombre secreto para tí
(no lo digas a nadie, bebé: yo tengo
un espíritu que prende de mi nombre
y es llamado Mat-o-aka; es un nombre
(¡qué poderoso nombre!) y te lo endilgo
y así te paso bendiciones y serás
el más querido, afortunado de los niños.

No lo digas siquiera a tu padre
— Mat-o-aka —, cuando crezcas
que sea tu bendición este nombre.
Quien lo tiene es querido de naciones
y su vida es tan valiosa que lo aman
hasta las bestias y los hombres.

Yo intercambié este nombre
y a quien lo dí, adoptado fue como hijo
en mi tribu de Powahatan
y él me llamaba Madre de Naciones
y yo le llamaba Padre, de barbas amarillas
como los maizales.

Y él descubrió que la Colonia Perdida
no se pierde en verdad: Anda conmigo,
yo la llevo en el secreto de Mat-o-aka.

Pequeñito Tomás, estás bebiendo
de mis senos un nombre santo.
Lactado estás de la sangre de mi espíritu.
Acepta este nombre, Mat-o-aka.

Es tu madre la que te alimenta
del mismo nombre que dí a mi hijo barbado
(que la pólvora accidentó hasta robarle
el alma). Bebe, Tomás, porque John Smith
dijo que en Europa está el Islam con una daga turca
que asesina y entra por el Oriente de la Luna y sube
por el Norte hasta la tierra seca
de los grandes desiertos
y el agua negra de basalto...

John Smith, quien habría abierto
mi vientre y mis muslos, si la muerte
no detuviese su camino, dijo que un imperio
se acaba, o está en proceso, por causa
de un pirata * de los mares de Londres
y una reina que lo llama Almirante...

Hijito mío, no le cuentes a tu padre
que te doy mi nombre; é me quitó el que era mío.
Yo no me llamo Rebecca; mi nombre es otro.
Te doy el más perfecto; te lo voy a cantar
como una nana. Te voy a hablar de mi tierra
y de mis padres. Uno es indio y valiente
en los bajíos de Chesapeake y preside
sobre tribus y 160 pobladitos pequeños
donde se le ama. Mi otro padre, ya no podrás
conocerlo; pero es sabio y blanco como las nieve
de los inviernos sobre Jamestown.

Y su pueblo va creciendo más rápidamente
que el Powhatan confederado. ¿Y sabes por qué?
... porque yo le dí mi nombre santo, yo lo bendije,
Tomasito, con el nombre que te doy, Mat-o-aka.

29-05-2003 / De Canto al hermetismo

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* Se refiere a Francis Drake.

* Es el Dr. Kent Mountford quien describe la costumbre algonquiana de dar un nombre secreto personal — Mat-o-aka — a los niños. También, basado en documentos de los colonizadores, calculó que en 161 pequeñas villas en el Bajo Chesapeake, gobernadas por el padre de Pocahontas, en el primer decenio del 1600, vivirían entre 8,000–9,500 indígenas. «Some of Pocahontas's people were afraid or even hateful of the newcomers. But the chief's daughter had a curious mind and a friendly manner. She wanted to know more about these newcomers». El temor de la comunidad fue el exterminio. Al morir Pocahontas, todas las buenas relaciones y tratadps de paz con los inglesas fracasaron. En 50 años, el exterminio de los indios de Virginia se completó.

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Te voy a dar mi nombre / El secuestro / El fantasma / Esto se llama Londres /

1 comment:

Beatriz Ojeda said...

Qué interesante trabajo.
Me encanta leerte, aprendo muchas cosas, es un placer pasar por tu blog
Cariños
Beatriz