Wednesday, February 04, 2009

27. Profecía de la Suprema Definición


a Lot, sobrino de Abram

Todos, mujer o varón, cada individuo,
parentela, pueblo, espíritu colectivo
que será nación con su genealogía extendida
en el Creciente Fértil de mi abrazo, pasará por Canáan
y en candelero del Menorah, su amistad con lo eterno,
le daré luz y aviso en el camino y para sus días
diré: «Vendrá la prueba y la destrucción».
A quien decida su regreso sin mí
y en Canaán hacer su alma, desoyéndome,
sepa que lo entregaré a los hapiru...

Infeliz el que ésto no escuche y, en su lugar diga:
«Me quedo». Bendito el que diga: «Aquí no puedo
residir. Sobre demasiadas blasfemias fui advertido
y la muerte espiritual es peor que el dolor».

¿Hasta dónde has de seguirme, Lot?
porque yo te lo dije: hay días de vida o muerte,
días de suprema definición... no importa
lo que hayas guardado, lo valioso que pretendas
lque has logrado, hay que dejarlo al fuego.
No valdrá más... ¿hasta dónde resistirá tu mujer
que mira atrás y se aferra al pasado, cómodos días,
cuando yo digo: «No mires hacia atrás.
Que todo sea nuevo desde hoy»?

¿Hasta cuándo las vírgenes han de serlo
cuando el violentador asedia y puede que seas
el que ofrezcas hijas tuyas al ultraje, ay, hija de Tirzah,
ay muralla de Sedóm? ¿Hasta cuándo?

¿Qué harás en el día de la Suprema Definición
cuando la multitud de los perversos venga
y decida que romperá tu puerta, Lot, y diga:
«¡Quítate del medio! Forastero eres, no juez».

(Yo soy el único que estaré contigo, Lot,
el fundamento del amigo soy) y, sin embargo,
has dicho: con el rey de Ir-Shelam no voy.
Abram, déjame ser, no voy contigo.
Defino la hija virgen, la esposa fiel, la patria,
el sacerdocio de Melquisedek, el futuro,
el porvenir, la vasija, la mujer virtuosa y la luz...

«Déjame con mis yernos, ser yo conmigo,
construiré el alma, seré yo con las diversidades,
ser en queja contínua, puede ser, pero, al menos,
yo. Yo que se define para sí y sabrá
si deja su camino por otro...
yo, con el sesgo de punto ciego soy,
yo, con la risa burlona de Tzok, yo con el puto,
yo con el irrespetuoso, yo con el ímpetu violento,
yo, arriba con Beth, yo abajo con Gimel,
Abram, quiero ser Yo», aunque exista
el Abrazo, aunque exista el Nosotros...

En Jericó me dijíste: «Desde los días
del bronce de los hurritas, no hay libertad»
En Huru, con los hapiru no habrá paz
en toda Canáan, ¿para qué me llamaste
entonces? Abram, yo soy distinto, yo con el placer
de Taanug soy, yo como Aleph, el Buey.
Separáte de mí, Abram, suelta mi oreja, cabrón,
quiero mi ventana y respirar aire y luz.
Aléjate, Shin, que tu espada tiene mucho fuego
y demasiado activo eres para mi flaqueza.

Mi carne es fría y ardes, me quemas, Zarza del Astral.
Déjame ser, yo peleo estas batallas y al nómada
digo: «No yazgas sobre mí, no sea que pactar
en Canaán sea mi castigo»; al hurrita del Norte,
digo: «Blanca y sin sol es tu piel y enorme el forraje
de tu desprecio», al egipcio y a los pueblos
del Mar, pregunto: «Si llamé fraterna la extensión
de mi esqueleto, ahora de mi alma dijo es Neshamá
y que extendida sea en keilim sobre mi tierra».

Pero: ¿por qué dueles? Con guerra
contra Sedóm y Gomorra me despiertas,
con manos de asfixia me estragulas
y mi garganta aprietas, Adma,
y me sacas los ojos en la madrugada, Zeboim,
y en Dan haces paz que me derrota,
y mi espíritu se va
y los hapiru me niegan el aliento
y la dicha. Vanidad crece, juguete de viento
donde quise que creciera mi alma y su verdad...

... ahora sé por qué viene este día
y por voz de Sarai es sagrada la princesa
que llamaste Hermana, por qué por José
tus milagros / tus sueños / reveló ante el faraón,
por qué te vas de Ur, padre secreto.

Deudos somos de un mismo sacerdote
y ojo ciego soy de Jerusalem
y en quien Melquisedek no tiene recompensa,
porque yo soy el que no ve, Abram,
y digo: Sigo tus caravanas, adelante de mí
va el rebaño, yo soy el pastor tu sobrino,
pero ahora estoy prisionero de la guerra.

En sus manos me tiene la soberbia y el vicio
y mis yernos están en francachelas
y mi oración se llenó de olvido
y mi lealtad se llenó de miedo
aunque los ángeles llegan y se van...
Como un hombre vulgar me
conocerán los huesos.

¿Qué pasará ahora, Abram?
doy hasta las vírgenes de mi casa,
por la paz que no existirá,
por el bien obsoleto
porque hay quien no quiso conocerte
y como a mí me llamó forastero
y me negó ser juez).

Estoy tan solo, Abram.
Pentápolis es mi féretro.
El Mar Muerto es mi playa.
Mi cuerpo es todo puerto y en pobre
con valijas que no se reclaman.
Tu voz oigo desde un fondo de infierno.
La guerra la dispone el separador,
el que intercede y su Ira llama
el Juicio de la Destrucción.
Forastero soy; no rey de perversos.
Suprema definición es la muerte.

28. Amonestación del Intercesor

Y envíaste dos ángeles,
dos ángeles hermosos como la Muerte.
No digo el Castigo y cómo serían de hermosos
que yo daba las creaciones más dignas
de mi alma porque no los tocara nadie...

En aras de marcar el espíritu con sus profanaciones,
el día llega, patriota, y soberbia y fatua
está la vasija y la Carne impera y dice tomando
como mísera tu creación, ¿hijas vírgenes?
queremos los mensajeros silenciosos,
forastero, los que brillan y no parecen de barro:

Y Neshamá fue el alma de Sodoma,
rey de Bera, y alma de placer,
tu keilim, Gomorra de Birsa.

Y el destructor quien envío dos ángeles hermosos
y puso a prueba al que dijo: Más importante
es mi alma que el Espíritu que me dijo:
«Busca el punto donde nace el sol,
no donde muere». Ahora sál Canaán
y no dejarás que se rompa
la Puerta que te doy.
Defiende la puerta de Ruaj,
sacerdote de Melquisedek.

En Ir-shelem, en secreto nos habla,
Abran pide por Lot. Háblale a él.
Sobrino, dále tu Daleth.
Dále que dále, aunque vayas a Sedóm.

«Sal y azufre, tu día; o nazco
para el dulce futuro o en todo muero, Lot».
Es día de suprema definición
para los que permanecen en Canaán.

29. Advertencia de Meni

Un círculo es Meni
y sus emociones las puse en el Arbol,
mi árbol que es el tuyo, Otz Chiim.
La rueda es un destino de energías.

Ese día, todas las vidas están sumadas en el giro.
Y me llamo Intercesión, no Azar.
Abro para tí el plexo de la posibilidad.
Este día doy todo con la velocidad de lo fortuito.
Obedece, Lot, porque hoy eres todos
los seres vivientes delante de mis ojos.

Sál del capricho [pero, piénsalo así,
sólo doy la irrupción del Arquetipo:
«ésto tienes en tí, cananita»,
el primero de los pueblos que giro
para que aprendan del Karma del dolor].


Indice: Libro de la amistad y el amor

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