El varón, con Padre Oculto
(antes que lo llamaran Abram, hijo de Tarej,
y que éste se reclamara padre suyo),
tenía misión / una misión que siempre
fue primero y comenzó con la voz escuchada.
En el Habla / que propicia el Oír, está
la esencia de la boca, la visible manifestación
del pensamiento...
Pero: ¿Quiénes entre los que escuchan
son realmente fieles a la Voz, quién quiere oír
y escucha, quien oyendo no oye?
A Quien le habló, Abram mismo lo llamó
Padre Oculto / padre Asura / padre asegurador
(y a su subjetividad profunda tenía
que haberle hablado porque lo escucha
con misterio de Luz que llena su pecho
de pureza). Y él dice: Patria / Matría /
yo lo amo en todo. Y lo creo: «I ‘m sure».
«I assure you! I am the Asura.
Varuna».
Esta es, decía entonces, su Meta /
su Medha / Mazda de motor de fuego;
su Sabiduría. Yo lo amo en todo...
El se dijo hijo de Attar y quería ser atado
al amor de Varuna y a raíces de todo
lo que significara cielo y secreto de sol y fuego,
hijo de atar entonces porque entendía puramente
la obediencia, hijo de Attar por los siglos,
aún hoy. Varón o hembra / todo / la polaridad
es amor complementario. Somos / todos / Uno /
el unitario Nosotros.
El misterio del padre oculto sigue.
Nunca acabará. Como nunca acaba
la simultaneidad, el secreto del tiempo
y sus edades. La eternidad de la Puerta de Daleth.
El comienzo y el final. El todo y la Nada.
2.
Así, como los ahrimanes que subían por él
como hormiguitas, en mansa ristra
de cabecitas negras, por el tronco
del árbol de la vida, hijos del Otz Chiim,
la vida sigue hoy, el mismo misterio
siglo a siglo. Alguno que me diga:
¿quién quiere ser amigo de Abram,
qué ángel, o qué bestia del monte?
3.
Y él era feliz con ese sentirse la imaginación viva
de lo que existe y estar en armonía
con las diversas potencias; él no reconocía
que era siervo de Nada y ninguna criatura
de él hizo una mofa, ni le dijo: «Súbdito existe»...
Abram amaba sin distinción lo que vibra
y sabía que vibra Todo,
aún lo que no es visible y habita
como su Padre en lo Oculto.
Todo el que comunica su raíz en las generaciones
y lo honra en sus progenies, dice: «Abram, el primer Padre».
Y no hay alimañas que contradigan esta unidad en lo viviente.
Abram vive en esta certidumbre. Lo mismo es la esclava
que la libre. Juntos todos vamos a lo Oscuro,
aunque de la Luz procedemos. Juntos todos vamos
al Silencio, aunque el Habla vibra y su luz es oscura».
4.
Toda criatura sintiente lo llamó padre
aunque él no conocía el sexo, el sexo tan oscuro,
sino la profunda admisión de que en él arde
una semilla, una sustancia
que proviene del Eterno Pecho, el Cielo como Espacio,
y de la Mano que rota / giradora / el firmamento
y más abajo, la Voz que él obedece y que circuncisa
su labio. Una voz que es tan esplendorosa que la llama
el ángel, luz que arde. Abram es dulcemente el oyente.
Circuncisa su corazón, Abram es obediente
y ya sabe que un día irá hacia el Norte y la Estrella
irá delante de él y atrás, resplandeciente su rostro
en el horizonte. «Obedezco», dirá, porque
él escucha y no habla.
5.
La semilla radiante de Abram la ve el ganado
y la dibuja el árbol con huellas en los troncos
y los peces dulces en los ríos, en ostras
la constancia y la escriben con perlas;
pero el varón, en la noche oye la Estrella y sabe
que ha de ser el padre de otros asuras.
En fenotipos se va engramiando la vida,
el ser que reclama la Logía.
Abram ha comenzado a anhelar como se anhela
en la costumbre mortal del deseo.
Y quien le habla se lo dijo. Es la Taavá
que marcó la ruta y habla de los gemelos
y el ADN mensajero y hélices dúplices de vida.
Ya entrarán a combatirse dentro de los hembras /
varones / las fuerzas del Attar, atado ya
se va a encontrar el Ser / el que niega lo oscuro
de su origen / el Carbón, Varuna, padre asura,
padre oculto, padre antes de la sustancia,
padre antes del sacerdote, antes que puedan
llamarse en verdad,
las hermanas / hermanos universales
a los hijos de Attar,
y a serlo fue convocado en secreto.
6.
Cuando acerca de la ruta del Gran Viaje,
allende a las llanuras de Siria y Caldea, se dijo:
«Eres el primer Naar / primogénito / al que daré
mis gemelos», él, que aún no entendía
porque es virgen, él... a quien se llamara
el primer dios / Kairós / el amigo en lo humano,
a él que llamará a la Mujer, Shakti / su prerrequisto oportuno,
humanidad orgánica, Prakriti / Materia / mi Delicia,
la Sión terrestre / mi Tierra / el Ente /
él, que aprende que lo llamo, recaudador de esencia /
el Errante, el Viajero,
el que no entiende el sexo como lo entienden
las bestias y lo describen las costumbres de los hombres,
comunicó: Si eres tú, la Voz dada a mi cerebro oculto,
déjame decirte ésto: «Soy el Amigo: no quiero ser otra cosa».
El que no entiende nada.
El que es el más simple y, aún así es el padre:
el sapo brinca y me dice, «te quiero»,
el pez en el fondo de las charcas me dice:
«Es por tí que respiro». El ganado va al aramio
y me dice: «Obedezco». Abram estaba
dando gracias.
7.
Y se le dijo: «No entristezcas, padre de la raza,
la etnia, la diversidad, lo biológico».
No entriztezca el que no entiende la Tantralia,
la tejedura de la hamaca, taíno.
Bartolomé Las Casas, no entristezcas.
Tú, Martí, De Hostos.
Tú, José Vasconcelos.
No entristezcan.
8.
«Has de ser el primer Amigo del Hombre
y el primer Padre Oculto de todas las naciones».
En el bazo, los hijos de EMO, en este ‘ 80, dirán:
«Centro tengo para las emociones, Movimiento
para todos lus espectros,
sí, los Espectros del espectro del espectro,
la Maya, la ilusión del espectro,
voz falsa, la sombra, la ilusión. la fascinación,
la imagen, el idolo, pero, Sombra,
espectro del espectro.
Tú, el que no tiene Nosotros,
El que es es esfigie.
Ellos te aceptarán.
9.
Querías también ser el primer enemigo,
La Esfigie,
pero yo te llamé
el primero entre los Tzadikim, Abram.
No el que define el Bazo y lo pone como un caos
de emociones. Doy la Vav conexionate.
Tú serás la Vav.
Más que el placer serás, el amor mismo.
Más que Vav que romperá las calumnias,
Vav que vencerá los orgullos,
Vav que desintegra la impureza de la desobediencia.
Serás más que la vibración que no dejará viva
las deudas de lujuria.
Y, padre oculto de un padre oculto
y madre oculta de una madre oculta,
el poder esencial eres.
Tu Ashavá. Tu amor.
10.
... un día el padre Asura que le dio mazdah de fuego,
medha de varón y la Estrella que resplandecía
en su noche, trajo la espada e invocó a Zaín
en su muslo y él se fijó en Sara y juró
por los contenidos potenciales de lo fértil
que se entretendría con su hermosura
porque a todo su contenido decía, Teth,
te(t)quiero, serpiente, me gustas, Sara,
y quiso hacerla su amiga, con más amor
que al padre que tenía oculto.
«Hijo de Attar, porque te doy espada
de Zaín, me separas como al grano
o la pastura que no sirve a la tierra
ni al rebaño que te confié,
hijo de Attar, ¿por qué ya no miras
a lo alto. Mi Estrella resplandece
en el horizonte y te dice: «Escucha.
Es hora de partir».
11.
Pero Sarai era tan hermosa.
Más hermosa que la Espada de Zaín
que buscaba arrancarlo de la fijeza aparente
de la noche y de la vibración primaria
que él escuchaba de contíinuo dentro de sí.
El silencio de Taanug,
placer oculto del Viviente.
Para entonces, ya Abram iba y la amaba
aunque no había estrella alguna
en el cielo que a ambos les pudiera solazar;
la amaba en la blancura del día.
En la negrez de la noche la amaba.
La amaba en la soledad
y en la indiscreta presencia de las bestias.
La amaba por lo que escurre un segundo
para el ser y por los manantiales huracanados
de las horas; sabía amarla hasta envejecer
y morir y volver a renacer, él arriba,
ella abajo; tendidos bocarriba, cavándose
como pozos, perforándose con besos
y con chicoleos, sabían volverse uno
y destilar la alegría por las nalgas
y sudar entre los senos, bañarse de saliva
los muslos y las mejillas, lamerse las oquedades
y protuberancias de la Taavá para mayor alegría
y, sin embargo, pese a tantos deliquios,
no había fruto.
12.
Con un refregón del Viento,
el Anciano de los siglos que Abram
llamó Varuna y que antes,
con más ternura, llamara Padre Asura,
se personó y dijo: «Quien te ata a Simjá,
la alegría, quien te dio una espada de Zaín
para que tengas verbos y energía
en tus palabras y el poder de Hashem,
te ve afligido ahora que has conocido
mujer y amor en tu carne; has pasado
por el viaje de la líbido y no me has dado
parte de tu disfrute; estás triste y no es
por mi causa. Eres tú quien se comporta
como un mal amigo».
13.«Mira que no me has dado prole»: Gn. 15: 3
Y se quejó de que Sarai era infértil
y que sólo los rebaños le dicen
pastor, padre, auxilio mío.
14.
«Véte de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de tí una nación grande, y te bendeciré»: Gn. 12: 1-2
Entonces, el Anciano dijo: Comienza el viaje
de nuevo. Obedece y sigue la Estrella
que resplandece en el horizonte.
Amáme como el día en que eras tan simple
y no tenías la espada de mi palabra.
Todo lo que salía de tu boca entonces
era sinceridad...
Te hice varón y no compartí contigo
el placer de la carne, el viaje de la líbido.
Mas el día en que conocíste a Sarai
te hicíste egoísta y mentiroso
y medíste el placer que ella da
en menoscabo a la amistad que te dí.
15.
Juraste por la Verdad / mi Emet /
mi silencio, en el cerebro oculto,
pero tu verdad es un espectro
desde el tiempo en que te dí el habla
y la energía de la palabra
que vibra, sonoramente,
una vez que sale de la boca.
Dijíste que vas a buscar los Gemelos
que abundan en los atrios de Canáan.
Que irás al Bazo, donde las emociones
se digieren y apuran y a rompe y rasga
la vida es más que siete.
Trasquilo y no desollo, porfiaste.
¡Ay, pirujo! mira a quien saqué
de los traspatios para mostrar en el encino
de More mi plan, mira cómo da un solo
con sus vaniloquios el tontarrón
que llamé Hijo de Attar
cuando peor es que el Santo de Pajares.
Te dije: «Vé solo, deja todo para esta tarea»
y te llevaste la diablesa con mi Ojo de Ayín.
«Sál de Ur, solo, como sin sombra,
triste», sería yo quien enseño
la plenitud de la alegría, y te llevaste
al sobrino Lot de manguindó
y a la pizpireta de Sarai, otra que ama
sus arrequives y al atajo de tus disparates
da asenso por fidelidad.
Pero no te arrugues, Abram.
Yo soy el amigo fiel.
16.
«Entonces, el Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es ésto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me dijíste que era tu mujer? ¿Por qué dijíste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer. Tómala y véte»: Gn. 12: 18-19
Tú sí que te has vuelto, mentiroso, Abram,
y los atabales traes a cuestas, bellaco.
¿Qué hicíste? Plagas han caído sobre la casa
que te acogió y te dio asnas, bueyes, rebaños.
Te prospero cuando la miseria hiere
como atracador en los caminos
y sembraste la mentira: «Es mi hermana»,
pero, ¿pensaste en mis ojos, Abram?
se han llenado de su hermosura cada vez
que la contemplo; ¿qué? por qué me expones
al Otro lado, el maligno Sitra Ajra
de los gañines que, por la tentadora delicia
que dan como carnada, se cobran
y nos destruyan las copas de la dicha:
la emoción,
el compromiso,
la unidad,
¿qué? ¿piensas que no tenemos metas,
qué sólo tú has sido amparado por tu dios?
Toma a Sarai. Llévatela lejos, pero ámala
y no la expongas, Abram, al riesgo
de la codicia ajena. Hermosa es
como Cybele frigia, ardiente y saludable
es como Ishthar; como a prostituta hitita
la soñé en templos de Astarté
y el dolor comienza a llenar la casa,
en luto, se ha convertido mi corazón
por su causa.
Me dijo la mujer: «Yo soy el sereno placer
de Abram. El es mi esposo y soy el agua
de su alegría. Sentirme suya es mi voluntad innata
y no puede ser de otro hombre,
aunque sea el Faraón y el más poderoso
varón de la tierra. Yo sólo tengo un dueño
y en la tierra, Abram es el alma de mi grosura.
El es mi rey».
02-09-2000 / De El libro de la amistad y el amor / Indice
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Indice: Cuentos de Carlos López Dzur / Las Partidas Sediciosas de 1898 / Antología: Heideggerianas / Zoom: Carlos López Dzur / ComuniArte: Carlos López Dzur / Antología: Heideggerianas / 3 / La Roca: Libro de la amistad y el amor / Introducción a la Laguna: CLD / Abstract: Yo soy la muerte / La casa embrujada: Carlos López Dzur / Gente ilustre de San Sebastián del Pepino / Escritores y poetas pepinianos / La Carlita: Cuento / Eva y la Tierra Prometida / Mi amigo Pascal / Malká: La Madre
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