La fe es la fuente de la realidad:
Miguel de Unamuno
De acuerdo con tu fe,
así te irá en la vida:
Eliphas Levi
¿Qué es lo que usted no tiene?
¿Qué imagina que sucede en su presente
y lo desastra, con qué eventos o qué experiencias,
con qué creencias, o situaciones, se siente atropellado?
Seguramente, dirá que ha perdido la fe
y que todo, paso a paso, se conspira contra usted
y tiende a orillarlo, hasta quitárselo todo…
… pero no se puede perder más
cuando la fe se agota; de modo que rescátela.
Sin fe no es posible vivirse. Todo se aleja,
se impugna y se pierde. Haga un gesto de contención
por mínimo que sea. Edifique conmigo y sea la vida
que le resta como la base primera del muro.
Sin fe, hasta la existencia se condena.
Con fe, se reactivan las cosas que no parecían
al alcance de la mano. Y me refiero
a la historia material, lo cotidiano.
La vida misma en todas sus facetas,
Existencia en cada fase, en sus posibles recodos.
La vida tiene en sí sus múltiples imanes.
En los caminos, que son tan infinitos,
la vida es una Naga, una serpiente.
Una divina fuerza de atracción o de repulsa.
Y ella te hace dios, o por dios, cero.
Jamás hablaré contra la vida
porque la vida no es resentimiento
no importa que la vendas por monedas.
Vida hay que nace en el desierto,
vida en la putrefactez, en lo más mórbido
[pero, ¡qué heroica vida y qué belleza extraña!]
La vida es voluntad y cambio.
La vida es salto orbital y diseño,
diversidad y abundancia.
La vida bendice todo hasta en el caos.
La miseria es sólo el presente
del comienzo, voluntad sin destino.
Y no tiene destino, si la voluntad disipa
su carácter; y no tiene carácter
la energía que no está intencionada.
Y sin fe no hay carácter, amigo.
No hay voluntad. Ni partícula
ni ondas. Ni salto orbital.
No hay nada.
Haga con el presente su destino, haga voluntad
con fe sobrante. Junte residuos. Bendiga
la fe de los comienzo, porque la fe nace encendida
y sólo la culpa, la miseria, la apagan.
Si ya perdió toda la fe, dése por muerto.
2.
Vuelvo al comienzo ya que me ha llamado
amigo, ¿qué imaginas que sucede en tu presente
y lo desastra, con qué eventos o qué experiencias,
te sientes derrotado? Si no tienes fe,
¿serás tú leal conmigo?¿Con qué confianza
me llamarás amigo? ¿Creerás en la riqueza
de mi fe, que es lo que traigo?
Doy a quien abre su corazón y me recibe.
¿Está tu puerta abierta en este instante?
[Mira, doy a todos; pero la fe vale sólo
cuando la recibes, la apeteces, la quitas
con amor de otras manos] y yo distribuyo
la fe gratuitamente. Es mi oficio.
Soy la Palabra de la fe militante].
¿Cuánto deseas? Pon tu cifra de fe.
Como cifras contaré tus pasos en las solicitudes.
Pide abundancia y vida; entrégame el presente
con todos sus comienzos; yo te oigo.
Y entraré a tu casa porque soy la fe viva.
Enamórate de lo que doy. Lo que me ofrezcas
yo lo transformo en besos, besos
a la luz de bendiciones.
Abre la puerta de tu alma. Visualízame.
Cuando se ama, todo es salud, líbido,
atracción, energía transformada,
y entonces sobre amor se conversa,
por amor se tramita, se actúa.
Con amor piensas en todas las palabras
y se descifran las rutas de mis definiciones
(las tuyas y las mías: sólo el amor permite
esta confianza; de fe a fe es propio
que nos comuniquemos, amigo).
Por amor, transformo lo que no es visible
en luz que palpas, en luz que se percibe,
en luz que iremos disfrutando, en luz que arde,
en la serpiente Naga, en dios, Sefer ardiente.
Cuando yo te haya contagiado de fe, vas a sentirte
abundante. En tí no existirá la noción de carencia.
Ya no dirás «No puedo», «Es demasiado caro»,
«No lo merezco», «Esto es irrealizable», «Imposible».
«Utopía»... No digas Nunca, no cultives imposibles
ni por un segundo, porque la fe es maravillosa
y yo te la entregaré desde hoy.
Recibe la voluntad de lo sagrado.
Es la sustancia pura de los cambios
y la duda la maldice, la ofende.
Observa que la fe es celosa y hay que apreciarla,
quererla, enamorarla, agradecerla antes y después
de invocar en su nombre, antes de recibir
de su boca el primer beso de su luz, su onda.
3.
Te enseñaré a pedir en nombre de la Vida,
amigo. Comienza por llamarla compañera.
Bendícela llamándola mi Amada.
Antes de dejarte mi fe como persona,
llámala Vida, novia eterna del hombre.
Varón amado, la hembra.
Vine a dejar la fe como mensaje.
Tú diras, si la recibes o la dejas.
Escucha cómo yo la invoco.
Bendigo la fe, sea mucho lo que venga por su medio,
o venga ella, por de pronto, con sus manos vacías.
Bendigo la fe porque ya es vida.
Y la vida es el presente del comienzo.
Agradezco a la fe porque ella es dharma
e inspira la entrega de todo lo que merezco.
La fe que hace comprender que el Ser es ya el alma,
y quien la tiene la toca, la despierta, la conmueve.
Aprende el alma de la fe y la fe del alma, amigo
porque vale más que la abundancia material
que coloca a tu paso, porque la fe
da todo como si fuera una madre generosa.
Bendigo la riqueza antes que la tenga y bendigo
la riqueza que tengo; la bendigo cuando viene
y la bendigo cuando se va. Bendigo
la riqueza de la fe porque llena a la cartera vacía,
fructifica en la tierra estéril, conforta
a la boca seca y cura a la mano tullida.
La fe que materializa es bendita, emergente.
La fe que espiritualiza es doblemente sublime y divina.
Quien quiera, por la fe, el beneficio del amor
que la sustancia, ámela como se ama
a la madre buena, a la hermana,
a la novia, a la esposa con nobleza;
ámela como si padre fuera,
o hermano, o hijo, o verdadero amigo.
Aprecie a quien tiene fe y los ricos en fe
lo amarán y harán negocios por causa de la fe.
Busque la riqueza que da la fe, no la que da
el delito y el crimen, porque riqueza injusta,
la del robo, se va más rauda que ninguna.
Proteja la fe que el arte provee, ame la fe
de las creativas fantasías; poetice la fe,
hágale himnos, píntela con escenas
del alma enternecida.
La fe profunda es misterio. Es sabiduría.
Es presenciar la Luz de las Serpientes
que vuelan en los cielos en naves luminosas
de Vimanas. También la fe es sonora.
Veloz a veces, sutilmente audaz.
Visita desde la identidad unitaria
de lo oscuro; pero serpentea como dragón
electroquímico, en dualidades cósmicas y humanas.
4.
Por la ausencia de fe, yo conozco mi límite.
Pero con fe lo reparo y lo digo a la fe: Perdóname.
Sin la fe, yo callo mis defectos, pero con la fe,
soy tan valiente que confieso mis crímenes
y no quiero delitos. Sin la fe no sé soñar.
Con la fe, produzco y el amor de la fe
me da servicio y soy obrero
y mi riqueza crece.
Sin fe, apenas me pago a mí mismo,
adeudo a mis acredores; con fe, soy más valioso
y me sobra para dar a todos y el Universo
me acredita como el mejor de los medios
para más dispensaciones.
El dinero viene sin esfuerzo.
Mi casa jala amigos.
Es amor de mi convocatoria.
Es poder de mis generosidades.
Mi fe cierra miserias.
Espanta males.
Mi fe es mi guardia protectora.
Ejército defensor de mis naciones.
La mejor arma contra el espionaje
es la fe; la Constitución eterna
de mi patria con verso de fe
se escribe; la articulo con la inocencia
de mi boca y con ella me justifico
ante el mundo.
01-09-2000 / Indice: El hombre extendido
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