Saturday, December 13, 2008
El merecedor
El hombre que se extiende,
con la hermosura de lo cósmico, vital
y divino, defiende lo valioso.
Lo reconoce, lo toma al verlo y lo quiere.
Es el merecedor. Y merecer es innato.
Merecer es instinto, no hostilidad
por la que ataca, no capricho.
Merecer es ética entramada en la carne.
Es una hermosura que se trae
aunque se viva en el fondo del estrago,
en el arrabal, en medio del peligro;
pero esa hermosura tiene paz
y, en paz, germina y da fruto,
su potencia, su culminamiento.
Maravillosa es la extensión de los merecimientos.
Trágico el fin de quien, sin merecer, avasalla.
La apropiación termina en desaliento, se encela.
Con su coraje, muerde. En la desamornía se observa
el reverso del merecer. La cosecha es insegura.
El producto es malo. La abundancia precaria.
Sin embargo, el merecedor sabe lo que es suyo
y a lo que lo suyo lo llama, lo organiza para sí
y es paciente. Lo suyo avanzará a sus manos
con amor y, así como lo ajeno no deja
que suceda, para quien no lo merece
es prohíbido y, aún más, traicionero,
rebelde, inconquistable, retardario.
El merecedor no obstruye a ninguno.
El mismo se llama varón / mujer valiosa /
y sabe que ha de completarse cualquier cosa
que cuadre en su deseo. Tendrá victoria.
El mérito tiene en sí secretos, idóneos
para dar sus concesiones, caminos profundos
para cumplir con sus premios. Es dármico.
Y por eso se juzga por encima de la envidia,
vence el robo, elude la traición, el chisme,
saca a la luz el devaluamiento y engaño.
Tarde o temprano, el merecedor clama
su victoria y su enemigo, ladrón,
cae en sus propias redes.
El que se extiende, armonizado
con sus méritos, nunca hila delgado,
engañosamente, con crítica y rechazo.
Confía que lo maravilloso es posible
y sabe ver cosas maravillosas en el prójimo.
El que jamás se extiende y vive en el hoyo
de su propio egoísmo, nunca discierne lo mejor
que hay dentro del alma de su pueblo,
no compadece al vecino, no trata con lo mejor
de ninguno. El mediocre ve mediocremente.
El merecedor respeta y ama la felicidad
que otros luchan y ésto es parte
de su merecimiento.
13-12-1986 / Indice: El hombre extendido
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