Saturday, December 13, 2008

Un mundo anti-rooselvetiano

Varios explanations have been offered for the traditional military bent of the white southerner. One was the southern upper-class affinity for the ideal of the English country gentleman, with its concepts of noblesse oblige and the pattern of the older son's farming and the others's choosing the church, the law, and the army: John Hawkins Napier III


Vuelven las legiones romanas, F.D. Roosevelt.
Se escondieron en tu polio en Campobello.
Desde el 7 de mayo, se dieron al regreso
porque los nazis alemanes se han rendido.
Los goberantes bizantinos llegan
por territorios que han estado en las sombras.
Reaparecen los habsburgos y los austrías
y John Dulles ha decidido armarlos.
Que la industria se organice, perpetuamente,
por la guerra y el Tío Josef haga sus corajes
con la NATO, pese a los que dijeras tú,
conviniendo con Churchill, en la Crimea.
John Quincey Adams, tu fantasma
se fue de Casa Blanca y las keres,
las erinias, las empusas, ya se están alojando
junto a un cuadro de Monroe, que tiene colorario.

Los Waffin-SS, como neo-nazis, vienen,
FD Roosevelt, y no podrás con ellos
porque están ya en la nación, divisivos y logreros,
como el nuevo Sur Confederado
y se alían con los bancos newyorkinos,
con poderosos cónclaves y bufetes legales
de Boston, Washington, California.
Con agraristas de Nashville se vinculan
en su causa: crear un Nuevo Imperio,
un mundo de aparatos industriales-estratégicos
que se alíen a Londres, al anglófilo instinto del dominio.
Un mundo en que no haya pequeños Estados soberanos
y la América / USA / se proclame feliz,
con la Doctrina Truman...

2.

«Ahora sí, ciudadano, sé feliz, Dulles te creará
la defensa, proyectiles atómicos; te salvará
de fantasmas del pasado, te dará la Mayoría Moral.
Dios te arma y entregará A muchos pueblos
a tu mano; elegida has sido entre naciones,
Guardia del Mundo, dueña de la paz,
heredera de todos los recursos
en el globo terráqueo».


Escucha, Franklin, el plan en marcha.
Discierne lo que está diciendo
Esa facción de malagradecidos.
«El neocolonialismo se impondrá con bayonetas.
El secretario Dulles, republicano, es tu profeta
y William Yendell Elliot, tu consejero,
para un mundo anti-rooseveltiano.
Que se lo coma la polio. Adiós FDR.
Que América vuelva a ser dura, la heroica,
la espartana, y que después venga
Eisenhower, los fuertes e imperiales,
los que ponen en rodillas las razas inferiores,
los cerebros que no pesan como el nuestros,
los gusanos amarillos y los negroides,
500,000 años postergados en la tarea
de alcanzar la meta evolutiva».


3.

El mal no muere, Franklin Delano.
Es cíclico. Y Dulles no quiere a Egipto.
Allá envió sus plagas en forma de convoyes
de británicos, franceses e israelíes.
Después de Truman, él dice:
«Venga Eisehower
y el discurso macCarthista del enemigo rojo
y siempre tú, Señor de los Anillos,
el que repruebas el Islam
con tu propia guerra santa y tu provecho».


Por de pronto, ninguno exista
con su voz de amenaza: Ni turco ni griego
en rebeldía ni interventor rojizo
contra la voz de Truman puede
con sus gestos. Es él quien proclama
la auténtica voz dórica; la monarquía
es preferible, Grecia. Para tu oreja, Turco.

«Escucha, Norteamérica, te conviene la vía
de tránsito que estoy a punto de abrirte:
documento sobre una región estratégica
del mundo que, sin duda, es indispensable
y consolida el dominio de nuestros intereses
político-financieros, la vía por la que pasa
el petróleo y el gas de Asia Central...»,

sí, él envía a Perle.

El Libro de la guerra

No comments: