Historia filogenética

Usted abra los ojos para que vea belleza.
La realidad no es sólo un atavismo.
El homo sapiens no tendrá por siempre
una cola vestigial de bestia, su cola de demonio.
Abra los ojos al cambio, no se conforme
con las alas remotas del cetáceo,
no le ponga por siempre dientes y colmillos
a las gallinas; no se antoje de adorar
los dedos extras del caballo
ni confunda el dinosaurio con sus lagartijas.

Las bellezas remotas son para la gente retrógrada
con genes recesivos; yo quiero ver en usted
al hombre bueno, al rostro dulce, al generoso humano.
Mas me apena verlo, rasgándose los ojos,
para cegar el futuro; me hiere que idolatre
la violencia, como si fuera su falo,
me duele que no entienda la guerra
como el anhelo heroico que construye
desde hoy el mañana porque se aferra
a la herencia de genes recesivos
y al orgullo filogénico. El pasado.

09-11-2002 / El libro de la guerra

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