La peor de las muertes

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a Francisco Matos Paoli, poeta borincano

Dignos son los que oyen a hombres idealizados
cuando dejan de verse y son como el mismo fluído
de sus pasos. Me gusta la inmortalidad
de sus muertes tan aparentes para el ojo profano que la ve;
me gusta el poder de quien, humildemente,
se sienta cerca de un encino, un cedro,
un mirto, un fresno, y los oye cuando narran
la eterna primavera de sus vidas
en moradas espléndidas de fuego,
en zarzas ígneas del Akasha.

Oírlos es como alimentarlos.
Me han dicho que yo soy su néctar
[o puedo serlo] y mi oído, reverente, la ambrosía.
Me dijeron que son sensibles al dolor,
que me aman, que a veces odian y batallan.
Que desesperan cuando nadie los procura
en la peor de las muertes, el Olvido.

Ustedes son los que nos matan.
Uno me dijo. Ustedes, con su corta memoria,
su ingratitud, su indiferente factura
de soledad, su miedo.
Ustedes que matan las pasiones
y se niegan a observar mi movimiento.

09-06-2006 / Indice: El libro de la amistad

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