El crimen está
en el afán de apañar el olvido.
El crimen es morir llenos de llanto
o vivir con el triunfo de escupir
sobre los moribundos, los hambrientos,
los amordazados, los cautivos.
El crimen es
vanidad de vencedores
siendo más cobardes
que los aptos y los amorosos.
El crimen es guardar las apariencias
y perfumar un corazón purulento y hediente
que ya tartamudea al decir: ¡Nada debo!
4-10-1986 / El libro de la guerra
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