Thursday, October 23, 2008
El rebelde y el guerrero
Rebelde es cualquiera.
Y cuando el mundo no está bien,
o se experiencia sumido en torbellinos de contradicciones,
se sobreabundan; se halla al rebeldón hasta debajo de las piedras.
Un guerrero es otra cosa. Siempre activo, no se esconde.
No anda perdiendo el tiempo con lamentos…
Desgraciadamente, son tan pocos. Faltan guerreros
cuando el mundo no está bien
y sumido está en sus contradicciones.
Los guerreros son incansables y vivimos en un mundo
de cansados, de tardos, perezosos. La queja se vuelve
rutina tolerada, un gesto más de status quo
agresivo, irracional, demagógico. Un pataleo.
El rebelde llega a dar risa. Se acobarda, parlotea
en las esquinas como una comadre.
A su enemigo le produce carcajadas.
A veces, al reprimirlo con sus medios, el opresor
lo medio-bendice con un dictum: ¡Pobre pendejo!
Al guerrero no. A ese hay que temerlo.
Hay que cazarlo. Hay que utilizar las tecnologías
de la captura, torturarlo, enmudecerlo, matarlo
a fin de evitar que se propague como un cáncer.
El guerrero no pertenece a la populachería
de los lamentos y las miserias toleradas.
El guerrero adviene revolucionario, cambiador,
activa las fuerzas de la historia que parecían
dormidas y latentes. Un rebelde es cualquier atorrante
con dos dedos de frente y dos ojos para ver la molicie.
Un guerrero es el organizador insobornable.
Un incrédulo empedernido ante quien compra consciencias
o las vende. El rebelde es cualquiera.
Uno más entre los signos desinformados de los tiempos.
12-06-2000 / El libro de la guerra
__
El poeta y la revolución / Blogsite 2 / Nomología del semen infinito / Cuaderno de amor a Haití / Index: Generación del '70 / Cartas
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment