Saturday, October 11, 2008

Meditación sobre San Sebastián

A Sebastián de Narbona, asaeteado en Roma

Las técnicas de la anatomopolítica y el biopoder se concentran en el poder del sexo como mecanismo de producción disciplinal del cuerpo y las regulaciones de poblaciones, así ya la vida está completamente invadida y gestionada por el poder... Lo inédito y sorprendente es que lo biológico se refleja en lo político. Los humanos, en función del poder que los rige, se juegan la vida en la política: Michel Foucault


Te escrutaron el cuerpo, Sebastián.
Pusieron las miradas fieras y salaces
a lamerlo. Te hurgaron tu santa anatomía:
eras un ser-de-sal y luz en la Tierra.

Con manos represivas tomaron control
de lo tuyo. Tenías vida todavía,
y urgieron: «Sé soldado. Obedece. Calma».

Otros te predicaron la abstinencia
que ellos, tus rivales gratuitos, no desean
(no, para sí); prefieren tu salud, eficiencia
de huesos. Arcadicus juvenis del Estado.

Te dijeron ríndete, pero antes al Imperio
dirás todo lo que sabes (ha de ser poco, no importa)
y darás todo lo que puedas; el tapanario, si lo piden.
Sin la estrategia de una vida poderosa,
«ni vives tú ni vivimos nosotros».

«No administres el biopoder en secreto
(ni interpongas las catacumbas a tu obediencia
por impredictibilidad de tu conducta).
Maximino peticiona: regularidad causal
que a todo explique, incuyéndote
como pieza necesaria».


Invocaron los Enemigos de Roma
para procesarte y sospechar
que hablas demasiado y andas de tragaleguas
y visitas enfermos, das limosnas y practicas ayunos.
Tú no participas en sacrificios idolátricos.

Desde antes se te espiaría. Tú sin saberlo.
Exigieron que se informe dónde vas,
que se dijera con quién dialogas tus placeres
o tus penas. Orejas pegadas a paredes,
ojos asomados a los muros, se interesaron por tí.

... aunque maldigas al Estado Vigilante,
la seguridad biopotentada lo exijió en su momento.
Tú eres imprescindible (no todos son héroes,
Sebastián, no todos). Tú eres uno.
Eres de la Guardia Pretoriana.
Eres un capitán.
Tú familia es prestigio del aparato
de la eficiencia militar y la nobleza.

Construye, multiplica y distribuye
lo que tengas en las sombras, lo oculto,
y que nos sea conveniente. En tí hay
las utilidades y el prospecto; dínos lo que sepas.
Serán la sal del erario y la luz de tu honra.

Te necesitamos; en tu juventud está
tu paraíso. Sin esfuerzo podrías
lograr muchos favores del amo; pero...
te pasas de listo, buscando el poder
sobre la muerte, nos quitaste
el poder sobre tu vida:
te informan.

Y no reaccionas. En verdades de Jerusalén
pusíste tu fe; en Atena-Roma, la erinia
que castiga a criminales, tu duro juicio
y el amargo proyecto que se trajo
del Monte de Cafernaúm.

2.

Ahora ya es tarde: muerto no sirves;
pero vivo eres peligroso.
Aquel que no entendió
tus palabras y que negaras autoridad al Imperio,
poder al César, te declaró la guerra.

En el imperio, el inútil que no coma.
Al esclavo ocioso que no se lo compense
con limosnas; el enfermo que se apresure
al paso de la Muerte, tragafiel venenosa.

Dijo el Emperador: «Ya no se necesitará
más de tus consuelos, criticas el odio
y el oficio del soldado, quieres dar la paz
al enemigo; pero no se puede servir
ley y delito juntamente, ¿o Roma o Israel,
o Atenas o Jerusalén? No, en balde:
Van a cerrar tu boca para siempre».

3.

El poder no puede ser localizado en una institución o el Estado. El poder es sólo una relación y, en cuanto está en todas partes, el sujeto está atravesado por relaciones de poder: M. Foucault

En una tarde de niebla meona desfilaron
ante tí los amigos del poder. Están en todas partes
y al poder dieron encomio. Contradijíste: el poder está
en mí y en el Dios Invisible y en el Cristo humano.

«El que no corre vuela», dijeron. Se burlaron.
Ya no tendrás un salario ni ascenso. Ni honras.
Después que abran tu pecho con saetas,
buscarán una cloaca pestilente y echarán tus restos.

Tu sangre brotará como del río del odio
que envenena como Styx al que bebe sus aguas.
Ahora murmuran: «vox et praeterea nil»,
voz y nada más. Has muerto solo:
nemo proximus aut secundus.

Creen en teorías conspiratorias. Hoy eres
El conspirador; observaste que el Estado
es un ente vacío, que sólo la vida es
un poder aministrable, rico, multiforme.

¡Ay! Sebastián, si el poder es Dios vivo,
¡cuántas gentes engañadas morirán esta noche!
Perseguidas, torturadas, inquiridas serán
bajo la niebla meona y la teoría del Imperio!

4.

Apártalo de la matriz infame que lo ha tragado.
Del nacimiento de la biopolítica, suéltalo.
Desátalo de las mallas del poder. Quedó preso
y si viviera quedaría fragmentado, dócil como siervo.

Devuélvele, Innominable, el derecho a la vida,
a la privacidad, al control de su propias noosferas.
Dále palabra de poder contra aparatos coercitivos
y la perversidad de las normas y la codigrafías.

Rescátalo de las jerarquías.
Son reinos imperiales
y los Maximinos se han multiplicado.

Oro por él, Varón santo, y él quiso la gracia de serlo
y su joven madurez la puso al servicio del mensaje:
Que sea la fe lo que nos lleve a la verdad
y no las vanaglorias del poder embruteciente.

Con palabras de vida conjuremos al Enemigo
(¡Ay, qué duro es perdonarlo (al menos
al que es represor, genocida, caudillo,
ladrón, paranoico, tirano) no entreguemos
la plenitud de nuestras vidas reguladas.

Diversíficanos, Varón santo, con los salmos
del porvenir; anticípanos la dulzura en días
de zozobra y sentimiento; dános la Espada
del Espíritu valiente y el puño expandido
de la verdad airada y la fe militante.

Indice: Libro de la guerra

Indice / Cuaderno de amor a Haití

No comments: