Friday, October 10, 2008
A Mariana Bracetti
En las siete estrellas de la carne,
cielos del músculo, chispas de luz
que laten y vibran, veo la bandera y la filopatría.
Seremos un poco más que bestias.
Vimos la dialéctica del porvenir humano.
En apuros; desde su rincón,
centro de toda lucha,
en carne y sentimiento,
vimos la verdad del movimiento.
Pero aún calla
la troyana más fiel de la aurora.
Es Mariana Bracetti,
hilandera de la gloria, que aún cose
su lamento como pléyade perdida
y madre de patriotas; ¿quién es sino ella?
U otra como ella, otra con corazón de Mariana:
¡María de las Mercedes Barbudo!
Siempre son vientres piadosos
como Electra que protesta
la dispersión natal, la emoción asesina,
los exilios, la guerra, pero aman...
y el futuro las llama, luz añorada
y pléyade perdida..
3-12-1987 / El libro de la guerra
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment