A Apolo, el Verbo revolucionario
... las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerzas sensibles; monedas que han perdido su troquelado y n son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal... Federico Nietzsche
Por el pretexto
de la dictadura de los hombres blancos,
por la remota y misteriosa noción
de las almas hiperbóreas,
por el descenso del cielo sobre la Tierra
... los cisnes comenzaron a mentir,
cisnes de bocas humanas y lengua de trapo.
Los sacerdotes dejaron calatas en la sangre
a las doncellas de caderas anchas
y calipigias pompis.
En la siete dimensiones del espacio cósmico
el verbo es luto y la guerra, mandato.
El Gran Mediador está anegado
entre sus propias lágrimas.
El Vishnú de los Indos, encadenado.
Horus, egipcíacamente turbio
es mordido por los escorpiones
en el pozo del lamento funeral, sin ofrenda.
La serpiente se sirve el círculo
del fatalismo de la carne.
¿Y qué vamos a hacer si no surge Dioniso?
¿Qué?... si no vuelve al hombre terrestre
el evolutivo espíritu divino...
Por el pretexto del fuego masculino,
Mitras de soles e himnos védicos
en los campanarios de nuestro cielo humano,
la luz inteligible, viril
de los guerreros,
es trágica.
Sin piedad se degolla con beso de revuelo
la vida y la alegría y se escapa
de la riba y de los ríos
la voluntad de ser y serse, eternos...
Como alimaña atrapada es el mocuño,
el pueblo misterioso; un más allá gime
su incomprensible eco
y el Maestro de Expiaciones,
malcontento, sangra y sangra.
El canto está sin flechas, sin espadas,
pero la guerra es un destino.
Las serpientes de Delfos se arman
y sacan raja de las ramerías
y el Verbo es triste sin Apolo
como los años de Cambises.
Se disputan el trípode de Delfos.
En llamas están las ciudades.
En burla, las niñas de los campos.
El varón como una moneda es prescindible:
metal que ha de fundirse
en la rueda del Samsara.
Este mundo interior está sin órganos,
sin deliquio en las revelaciones
y la conciencia, sin multiplicidad de perspectivas
ya no tiene el mínimo sentido: lo divino.
El punto pende en desconcierto,
sin rítmico son de movimiento y danza.
El único camino es la palabra fijadora
con definición de lástima y tortura.
Se mata al devenir; se sangra al horizonte.
El Verbo es ya la espada,
el caos, Oriente.
Apolo ha muerto como dios
y el Verbo.
07-01-1983 / El libro de la guerra
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